En la provincia hay una mucha variedad: jaboticaba, pitanga, cerella o guayaba que son muy beneficiosos desde el punto de vista nutricional. En primavera hay algunos que están en el punto de maduración ideal y que se pueden usar en diversas recetas
Dependiendo de cada zona los frutos pueden escasear, suelen tener un ciclo doble en esta temporada primaveral , es decir, se cosecha ahora, sale el brote o flor nuevamente y vuelven a dar frutos, así lo explicaba Saúl Encina, chef profesional.
Existen aproximadamente unas 100 especies de frutos comestibles silvestres en toda la provincia, entre ellas la jaboticaba, pitanga, cerella, guayaba o mora. Sin embargo, solo se alcanza conocer el 30% de estos frutos. Sus colores, sabores y texturas atrapan y son protagonistas de la cocina gourmet.
Es sumamente importante recolectarlos para aprovechar su valor nutricional dentro de la gastronomía misionera. Además es importante resaltar que no se las deben considerar como “frutos exóticos”, sino nativos.
La gastronomía y coctelería se abastecen de los más comunes, la pitanga, la jaboticaba, la cerella o guayaba.
Estos frutos son lirtasias que forman parte de la gran familia de las nativas americanas, por un lado las “piñas” como las jaboticaba y por otro lado “eugenias” en donde pertenecen las pitangas y las cerezas.
Los frutos al igual que los hongos no son todos comestibles por eso es importante conocer de qué nos provee nuestra naturaleza.
F.O
