Franco Aguirre Elizalde tiene 19 años, completó todos los trayectos de la Escuela de Robótica y hoy equilibra su vida entre la Facultad de Ingeniería de Oberá y su trabajo en Vicnet, una de las grandes tecnológicas del país instalada en Silicon Misiones. “La Escuela de Robótica transformó mi vida” afirma.
A Franco Aguirre Elizalde se lo puede describir de muchas formas, pero para hacerlo corto y bien a lo misionero: Franco es un capo. Talento, inteligencia y una tenacidad que sorprenden a sus 19 años. Un joven con objetivos claros y siempre atento a las herramientas disponibles para cumplirlos.
Y una de esas herramientas fue la Escuela de Robótica que (aunque ya no necesita introducción) es la primera y única de su tipo en el país, a la que jóvenes de toda la provincia pueden acceder de forma gratuita a formación de primer nivel. Justo ayer el Ing. Carlos Rovira destacó el año récord de la escuela que comienza con casi 50.000 estudiantes su ciclo lectivo 2024 y celebró “Hay futuro”.
Franco sin dudas es presente y futuro y encontró en esta escuela el lugar perfecto para hacer crecer la pasión que mostró desde niño. “Yo era fanático de ver videos en YouTube para armar mi propio robot. En la Escuela de Robótica avancé rápido por los trayectos porque me encantaba todo lo que hacíamos”.
Al terminar la primaria Franco ya tenía muy claro su camino: asistir a la EPET 34 ubicada en el barrio Itaembé Guazú de Posadas. “Yo ya sabía que quería asistir ahí porque tienen orientación en programación y robótica”, afirma Franco por si todavía no descubrimos que es alguien que tiene bien claro qué quiere para su vida.
Pero había un obstáculo geográfico entre Franco y su nueva escuela secundaria: él vive en Garupá, a exactos 25 km de la EPET 34. Pero eso no lo desanimó y siguió firme en su objetivo “viajaba 100 km por día, los primeros años iba en colectivo, una hora y media cada viaje, casi seis horas en colectivo por día. Llegaba a casa para la cena, repasar un poco y a dormir.” Franco dice esto último con una sonrisa como quien no dimensiona tamaño esfuerzo para un estudiante secundario, pero inmediatamente se pone serio y reafirma “Yo tenía el objetivo muy claro, eso no me iba a parar.”
A los 16 años Franco ya cursaba en la Escuela de Robótica trayectos diseñados para jóvenes de 18 a 21 y conoció el mundo de las competencias robóticas “se me abrió otro panorama, poder competir, conocer otras provincias y países. Hicimos podio y ganamos muchísimas copas y olimpiadas.”
Hoy Franco es presidente del Club de Robótica y se ocupa de compartir su experiencia y organizar la asistencia a distintas competencias nacionales e internacionales.
“No conozco a nadie que haya ido a Robótica y no le haya gustado. Es un lugar único en el país que capaz no nos damos cuenta lo importante que es. Yo les digo a todos que vayan y prueben. Misiones tiene por lo menos una sede en cada municipio, así que todos pueden acceder. La Escuela de Robótica es parte de mi vida, me transformó”.
De Robótica a Silicon
En una de las competencias internacionales en las que Franco se destacó se abrió una puerta que no esperaba: una empresa tecnológica se interesó por él y lo convocó para trabajar. De un niño al que le gustaba armar robots a un joven que ya se insertaba en el mundo laboral de la economía del conocimiento.
Estamos hablando de Vicnet, una de las grandes tecnológicas del país, que está radicada en Silicon Misiones y trabaja en soluciones informáticas para ciudades inteligentes, entre otros tantos proyectos. “Trabajo en el Departamento de Investigación y Desarrollo, hacemos prototipos, programamos, me encanta todo lo que hacemos acá.” Sonríe con fascinación mientras nos muestra su espacio de trabajo.
Pero tanto Franco como su nuevo lugar de trabajo siguen preocupados por su formación. Este año comenzó Ingeniería en Sistemas en la Facultad de Ingeniería de Oberá, para seguir su formación y con gran motivación “tanto mi objetivo como el de la empresa es que me reciba en cinco años”.
En pocos años Franco recorrió el trayecto del modelo de educación disruptiva, un ecosistema cuidadosamente diseñado con instituciones que dan respuesta a todas las demandas de la educación y el mercado laboral actual de forma articulada.
Sin duda a Franco lo espera un año movido cuando menos. Pero para cerrar la charla redobla su apuesta y nos comparte su mayor objetivo: “Quiero ser lo mejor que se pueda en robótica y poder enseñarles a otros”.
Mucho se discute en estos días de la efectividad de ciertas medidas o modelos educativos y la aplicación de estos a nivel nacional e internacional. Pero cuando aparecen personas y hechos concretos que demuestran el real impacto de un modelo educativo disruptivo, ejemplo en el país, la discusión queda de lado.
La historia de Franco es una de las miles que se replican en toda la provincia: nuevas y mejores oportunidades académicas y laborales gracias a un sistema educativo disruptivo que incluye a todos los misioneros.
Hay presente.
Hay futuro.
*Lic. En Comunicación Social. Productor Ejecutivo en Canal 12.
Foto de portada: créditos Promotora Misiones.
