La ciberseguridad es esencial en el mundo empresarial actual. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿podemos lograr una inmunidad digital total?
La seguridad cibernética se ha convertido en un pilar fundamental para cualquier estrategia de negocio y es crucial para el desarrollo tecnológico de las organizaciones. En Argentina, según el estudio Global Cybersecurity Outlook de 2024, cuatro de cada diez empresas fueron víctimas de ciberataques en el último año. Además, el 54% de las organizaciones no cuenta con los conocimientos ni la preparación suficiente para enfrentar las vulnerabilidades cibernéticas, lo que subraya la necesidad urgente de concientización y capacitación.
En este escenario, los sistemas inmunológicos digitales (DIS, por sus siglas en inglés) emergen como una tendencia tecnológica clave. Estos sistemas combinan prácticas y tecnologías para mitigar riesgos empresariales, convirtiéndose en una herramienta vital para proteger datos y garantizar la continuidad del negocio.

De la observabilidad a la autorremediación
La ciberseguridad moderna no solo se enfoca en detectar malware o prevenir ataques externos, sino también en proteger aplicaciones y servicios de cualquier anomalía, como errores de código, mal funcionamiento de servidores o caídas de proveedores de nube. El objetivo es asegurar la continuidad operativa y la resiliencia del negocio.
En la base del DIS hay seis conceptos interrelacionados. La observabilidad, que va más allá de la monitorización tradicional, permite analizar de manera continua e inteligente el panorama de TI para anticipar problemas y evitar que afecten la experiencia del usuario. Vinculado a esto, la autorremediación desarrolla capacidades de monitoreo contextuales y funciones de remediación automatizadas que mejoran con el tiempo.
El testing potenciado por IA complementa la automatización de pruebas, asegurando software de calidad sin intervención humana. La ingeniería del caos, a través de pruebas experimentales, identifica vulnerabilidades en sistemas complejos, trasladando las lecciones aprendidas de entornos de preproducción a la operación real.
Beneficios de extremo a extremo
Finalmente, la seguridad de la cadena de suministro de software aborda posibles ataques con políticas de control y gestión de riesgos de proveedores. Los beneficios del DIS incluyen operación sin interrupciones, reducción de costos de mantenimiento y resolución de problemas, y protección integral de datos.

Además, el principal beneficio es una mayor lealtad y engagement de usuarios y clientes, gracias a la experiencia mejorada que proporciona el DIS. Según Gartner, para 2025, las organizaciones que inviertan en inmunidad digital incrementarán la satisfacción del cliente al reducir el tiempo de inactividad en un 80%.
La inversión en inmunidad digital no solo es un escudo contra los ataques cibernéticos, sino también una estrategia para mejorar la experiencia del cliente y reducir costos operativos. El esfuerzo, según estimaciones de Nubiral, podría reducir el tiempo de diagnóstico de problemas hasta en un 80%, evitando caídas en el sistema y asegurando la continuidad del negocio.
Fuente: ámbito