El modelo agroquímico suma críticas de organismos internacionales por los efectos nocivos del glifosato. Los bioinsumos en Misiones son destacados por los productores como una herramienta que permite elevar los rendimientos con productos sanos y de calidad.
Durante la emisión del programa El Periodista de Canal 12, Gustavo Añibarro recordó que los bioinsumos se utilizan cada vez más en Misiones. Son destacados por los productores como una herramienta que permite incrementar el rendimiento. Y lograr cosechas muy buenas con productos de calidad. De esa manera el ejemplo de la provincia se expande al resto del país.
Por el contrario, a nivel mundial, se acumulan las pruebas sobre los efectos negativos que produce el herbicida glifosato, pilar del agronegocio. “A pesar de miles de estudios científicos independientes, y de millones de víctimas en los territorios, las grandes empresas imponen la supuesta ‘duda’. Y los gobiernos permiten que los negocios se impongan por sobre la salud de la población. La propia Bayer-Monsanto reconoció los efectos nocivos de su agrotóxico”, afirmala periodista y activista ambiental Anabel Pomar en su artículo Modelo agrotóxico, glifosato y los que no la quieren ver publicado en el portal de Agencia Tierra Viva.

Así, crecen las denuncias contra Bayern-Monsanto, por daños, muertes, y perjuicios de todo tipo, dentro del modelo agroquímico. “Si existe una razón para que el glifosato se siga usando, no es por desestimación de esas denuncias, ni porque los daños no existan, es por el formidable poder de lobby económico que tiene este grupo”, indicó Añibarro.
Al mismo tiempo, recordó al “médico Hugo Gómez de Maio, que dedicó parte de su vida a estudiar, relevar, y denunciar los daños tremendos que genera el glifosato”. Y señaló que “en el presente, hay otros periodistas, investigadores y organismos que están alertando severamente sobre lo que está pasando con este producto”.
Glifosato: denuncia y calificación de la OMS
En ese sentido, destacó el artículo publicado por Anabel Pomar, en el portal Tierra Viva; y a la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, un organismo que depende de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este organismo ha calificado al Roundup y al glifosato como Probable Cancerígeno en Humanos. La calificación tiene una antigüedad de nueve años.
Además, Añibarro contó que “existe un sector dentro del Consejo de Administración dentro de Bayern, que se sublevó y está pidiendo al Consejo Directivo que retire de la venta al producto llamado Roundup, porque son más los perjuicios económicos que los beneficios que produce” teniendo en cuenta las millonarias demandas que se han instrumentado por este motrivo contra la multinacional que la destinan a una segura quiebra.