Volodimir Zelensky afirmó este sábado que en su última reunión con el presidente estadounidense, Donald Trump, con ocasión del funeral del papa Francisco en el Vaticano, el pasado 26 de abril, los dos abordaron la posibilidad de imponer sanciones adicionales contra Rusia.
“Creo que tuve la mejor conversación con el presidente Trump de todas las que hemos tenido hasta ahora”, afirmó el presidente ucraniano en un encuentro con la prensa en Kiev, en declaraciones citadas por la agencia Ukrinform.
“Planteé la cuestión de las sanciones estadounidenses. No voy a entrar en detalles, pero lo que me dijo (Trump) sonó muy potente”, aseguró.
Zelensky también respondió preguntas con respecto al controvertido acuerdo económico entre Estados Unidos y Ucrania firmado esta semana, que todavía debe ser ratificado por la Suprema Rada (Parlamento) en los próximos días.
El presidente ucraniano manifestó la expectativa de que no haya dificultades para aprobar el documento, aunque admitió que hay diputados ucranianos que se oponen, a los que reconvino por rechazar un acuerdo “del que depende la seguridad de Ucrania”.
Zelenski aseveró que en base a las decisiones adoptadas por el Congreso estadounidense, Ucrania debería recibir este año ayuda por valor de 15.000 millones de dólares y otra suma similar en 2026.
El acuerdo firmado con Washington podría permitir que la recepción de los 15.000 años previstos para 2026 se adelantase a este mismo año, afirmó, como parte de la contribución estadounidense al Fondo de Inversión para la Reconstrucción que se establecerá como parte del trato.
¿Punto de inflexión en las relaciones?
Según informó The Wall Street Journal, el simbólico encuentro entre Trump y Zelensky en la basílica de San Pedro, que se extendió por unos quince minutos, marcó un giro potencial en la compleja relación entre ambos líderes, que se ha visto afectada por desavenencias políticas y personales en medio de la guerra entre Ucrania y Rusia.
La iniciativa para este diálogo surgió de una combinación de planificación previa y espontaneidad. Emmanuel Macron, presidente de Francia y uno de los principales aliados europeos de Zelensky, tuvo un papel clave en facilitar el encuentro. Mientras los líderes internacionales esperaban el comienzo del funeral, Macron aprovechó la ocasión para hablar con Trump acerca de la necesidad de adoptar una postura más firme ante Rusia. Según el propio Macron, quien posteriormente relató el evento a Paris Match, Zelensky se unió a la conversación, acordando de inmediato un diálogo directo con Trump. La disposición del lugar se modificó para prescindir de un intérprete, a petición de Zelensky, quien prefirió abordar el tema sin intermediarios.
El encuentro, aunque breve, fue definido por ambos líderes como fructífero. Zelensky comentó a los periodistas que, “quizás fue nuestra conversación más corta, pero también la más sustantiva”. Trump, por su parte, describió el marco del encuentro como idílico: “Fue un hermoso escenario. El mejor despacho que he visto”. Aunque han chocado en el pasado, esta reunión sirvió al menos para mejorar temporalmente el tono entre ambas partes, aunque no trajo cambios decisivos en la política estadounidense hacia Ucrania.
The Wall Street Journal recordó que, luego del encuentro, Trump esbozó fuertes críticas hacia Vladimir Putin, cuestionando públicamente las intenciones del líder ruso hacia la paz. “Putin no tenía ninguna razón para disparar misiles contra zonas civiles, ciudades y pueblos en los últimos días. Me hace pensar que tal vez él no quiere parar la guerra (…) y deba ser tratado de otra manera, ¿a través de ‘banca’ o ‘sanciones secundarias’? ¡¡¡Demasiada gente está muriendo!!!”, escribió el líder republicano en su red social Truth Social, un día después de la reunión con Zelensky, y en alusión a un bombardeo ruso contra Kiev en el que 12 civiles ucranianos fueron asesinados.
Por su parte, este viernes la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA, por sus siglas en inglés), confirmó que el Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó un contrato por valor de 310,5 millones de dólares para facilitar a Ucrania la posible adquisición de materiales de entrenamiento y mantenimiento para su flota de aviones de combate F-16. La operación incluye piezas sueltas, capacitación de personal, repuestos, accesorios, publicaciones técnicas, software clasificado y no clasificado, y servicios logísticos, tanto del Gobierno estadounidense como de contratistas privados.
A pesar del limitado impacto inmediato de este encuentro, el simbolismo del mismo subraya las complejidades de la diplomacia en tiempos de conflicto, en donde escenarios y gestos juegan un papel tan importante como las palabras que se pronuncian en la mesa de negociación.
(Con información de EFE y The Wall Street Journal)