El Gobierno de Javier Milei profundizó su apuesta por la competencia de monedas con una medida que avanza hacia la “dolarización endógena”. Esta vez, avanzó con medidas que buscan facilitar el uso del dólar en las transacciones cotidianas. Bajo este concepto, el Banco Central trabaja para permitir que los argentinos realicen compras en dólares con tarjeta de crédito y en cuotas. La iniciativa forma parte del plan oficial para ampliar el uso de la divisa estadounidense en la economía local sin una dolarización formal.
Silvina Rivarola, directora del Banco Central de la República Argentina (BCRA), brindó detalles del proyecto en el streaming Tiempo Libre. Allí, explicó: “La idea es que puedas hacer lo que quieras, que lo pagues en pesos o que lo pagues en dólares, incluso con tarjeta de débito”. Además, indicó que hoy ya se pueden hacer pagos en cuotas mediante débito automático y que trabajan para adaptar los sistemas de las tarjetas de crédito, que requieren una ingeniería específica. “También habrá cuotas”, aseguró.
La dolarización endógena, explicada por Caputo
El anuncio de Rivarola coincidió con una declaración del ministro de Economía, Luis Caputo. Esta semana, Caputo afirmó que “todo el que venda en cuotas en dólares va a tener un salto importante en su demanda”. Lo hizo tras una reunión en el Palacio de Hacienda con el CEO de Ford Argentina, Martín Galdeano, y el secretario coordinador de Comercio e Industria, Pablo Lavigne. Luego, escribió en su cuenta de X: “Van a continuar invirtiendo más en el país. Hablamos también de lo próximo que se viene, la remonetización en dólares y cómo ser más competitivos”.
En ese marco, el Banco Central avanza con nuevas normativas para ampliar el uso del dólar en los pagos digitales. Desde fines de febrero, los comercios en Argentina pueden aceptar pagos en dólares con tarjetas de débito. Lo hacen gracias a la Comunicación A 8180 del BCRA, que les permite habilitar esta opción siempre que cuenten con los medios técnicos adecuados. Los procesadores de pagos y las empresas adquirentes tienen la obligación de garantizar esa posibilidad.
Para concretar una compra en dólares con débito, el comercio debe contar con una cuenta bancaria en dólares vinculada a su sistema de cobro. Luego, si el cliente tiene una tarjeta de débito asociada a una cuenta en dólares en la misma entidad bancaria, el pago se acredita sin complicaciones. Cada banco define sus propios procedimientos, pero en general, la asociación entre cuenta y tarjeta ocurre de manera automática.

Otras modificaciones para incentivar el uso libre del dólar
El Banco Central también habilitó el uso de códigos QR para pagar en dólares con tarjeta de débito. Esta alternativa está disponible desde el 1° de abril, tras la adaptación técnica de billeteras digitales y procesadores de pagos. El Directorio del BCRA incorporó al sistema interoperable de QR los pagos con tarjeta de débito tanto en pesos como en dólares. Así, amplió las funcionalidades que ya incluían transferencias, tarjetas de crédito y tarjetas prepagas.
El sistema funciona de manera similar al esquema de Transferencias 3.0, pero con una diferencia clave: el débito se realiza directamente desde la caja de ahorro en dólares del cliente. Esta opción requiere que las billeteras digitales operen con pagos bimonetarios. Es decir, que permitan al usuario elegir entre pesos y dólares al momento de realizar la transacción.
Además, la interoperabilidad técnica es fundamental. Las billeteras deben poder leer cualquier código QR, sin importar a qué proveedor pertenezca. De ese modo, se busca garantizar que el sistema funcione de manera fluida, sin trabas operativas entre plataformas.
Uno de los cambios más significativos que plantea esta política es la posibilidad de pagar en cuotas en dólares. Esta modalidad se implementará a través del Debin programado, una herramienta que permite configurar débitos mensuales automáticos desde la cuenta bancaria del cliente. No obstante, la medida dependerá de la voluntad de los comercios para sumarse al sistema, que implica nuevos desafíos operativos y el riesgo de incobrabilidad.