Luego de diez días de huelga por tiempo indeterminado en las fábricas de Tierra del Fuego y una masiva protesta provincial que paralizó la isla el miércoles pasado, los gremios metalúrgicos y de jerárquicos y las fábricas electrónicas alcanzaron un acuerdo que permitió levantar la medida de fuerza en la que los trabajadores se comprometen a regresar a sus puestos y las empresas a no producir despidos hasta el 31 de diciembre, en un acuerdo por mantener la paz social en la provincia austral. Son 8000 los empleos que están en riesgo.
El conflicto se desató tras el anuncio del Gobierno Nacional de avanzar en la reducción de aranceles externos a la importación de productos electrónicos que generó preocupación en las empresas y un fuerte rechazo por parte de los trabajadores y la población en general quienes consideran que los cambios pondrán en riesgo miles de puestos laborales en la provincia.

Tras una larga negociación iniciada ayer en Buenos Aires entre las empresas que conforman la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte) y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el paro se levantó después de la aprobación del pacto antidespidos en las asambleas que se desarrollaron en Ushuaia y Río Grande.
Mientras en Ushuaia las asambleas se realizaron antes del mediodía, en Río Grande las asambleas realizadas en la puerta de la fábrica Mirgor se extendieron por más tiempo, y no estuvieron exentas de resquemores y cuestionamientos de parte de los trabajadores que reclamaron que los días de paro tampoco sean descontados.
Se realizará una mesa de diálogo en el plazo de diez días
El acuerdo termina con 10 días de paro encabezado por la UOM y la Asociación de Supervisores de la Industria Metalmecánica (ASIMRA) que se inició el 13 de mayo pasado y se intensificó con una contundente movilización el miércoles 21, al que se plegó el sector comercial y privado de la isla y derivó en concentraciones multitudinarias tanto en Río Grande, como en Ushuaia y Tolhuin.
El acta firmada en Buenos Aires establece que a partir de ahora se realizará una mesa de diálogo en el plazo de diez días, entre las partes involucradas, empresarios y trabajadores. Se invitará a participar al gobierno nacional y al gobierno provincial de Gustavo Melella con el objetivo de encontrar herramientas que mejoren la competitividad del sector de cara a la baja a 0% del arancel para celulares importados a partir de enero de 2026.

“Asumimos este compromiso para no realizar despidos y, al mismo tiempo, redoblamos los esfuerzos para encontrar caminos que nos permitan encontrar medidas paliativas que permitan mantener la sustentabilidad de la industria y ganar competitividad en conjunto con todos los actores involucrados”, sostuvo la directora ejecutiva de AFARTE, Ana Vainman a través de un comunicado de prensa
Quizás ítem de la “garantía de paz social, con la suspensión de cualquier conflicto colectivo durante la vigencia del acuerdo”, sea el punto más relevante para la población isleña que en los últimos días, a través de las declaraciones de dirigentes y políticos de diferentes sectores, tuvo presente los recuerdos de las jornadas fatídicas de 1995 que terminó con la muerte del obrero Víctor Choque.
La industria electrónica de Tierra del Fuego representa entre 30% y 35% del PBI provincial
El entendimiento fue suscripto por representantes de la UOM nacional, las seccionales de Río Grande y Ushuaia, así como por ejecutivos de las firmas Mirgor, Industria Austral de Tecnología (IATEC) Brightstar y AFARTE.
“La industria electrónica de Tierra del Fuego representa entre 30% y 35% del PBI provincial, aporta la mayor parte de la recaudación fiscal y sostiene más de 18.000 empleos directos e indirectos. Es el principal empleador privado de la provincia y el principal aportante al fisco provincial”, sostuvo Afarte en un comunicado.
Y recordó que ocho de cada diez componentes electrónicos de la industria automotriz nacional provienen de Tierra del Fuego. 7 de las 11 terminales automotrices trabajan con componentes fueguinos y la mayoría de los autos que se exportan tienen insumos industriales fabricados en las plantas del sur.
“El consumidor merece precios más bajos pero hay muchos caminos para hacerlo sin destruir la industria nacional. Por eso proponemos seguir trabajando en la reducción del costo argentino, que es el que causa que hoy paguemos más caros todos los productos que consumimos -y no solo los celulares- en comparación con otros países”, sostuvieron desde Afarte, la entidad que nuclea a la mayoría de las empresas de la isla.