Con el fin del cepo y la estabilización del tipo de cambio, los bancos argentinos comenzaron a aumentar sus tasas para los plazos fijos en dólares. Desde la llegada de Javier Milei al Gobierno, modificaron su estrategia comercial: dejaron de prestarle al Estado y volvieron a apostar por las personas y las empresas. Recuperaron así su rol histórico como intermediarios financieros. Este giro marcó el regreso del crédito y fortaleció al sistema bancario como motor del consumo y la inversión.
Dos factores impulsaron este cambio de rumbo. Por un lado, el cese de la emisión monetaria para financiar al Tesoro. Por el otro, la desaceleración de la inflación. Estas condiciones alentaron a las entidades a ofrecer préstamos en mejores condiciones y a tasas más competitivas. Así lograron atraer a una mayor cantidad de clientes interesados en financiamiento.

Los factores que benefician a los plazos fijos en dólares
A este fenómeno se sumó un hecho para tener en cuenta: la fuerte recuperación de los depósitos en dólares. Primero ocurrió por el blanqueo de capitales que duplicó el stock bancario. Luego, con el levantamiento del cepo cambiario y la flexibilización de los controles, regresaron los dólares que muchos argentinos guardaban fuera del sistema. Se trató de los llamados “dólares del colchón”.
Entre la asunción de Milei y el cierre del primer tramo del blanqueo, en octubre de 2024, los depósitos en dólares crecieron desde USD 14.126 millones hasta USD 34.578 millones. Después de una leve caída, volvieron a subir tras el fin del cepo. Se incrementaron desde USD 29.048 millones hasta USD 30.658 millones. La suba fue de USD 1.610 millones, equivalente a un 5,5 por ciento.
Con este escenario favorable, los bancos comenzaron a pelear con fuerza por captar y retener esos fondos en moneda extranjera. Subieron las tasas de interés que pagan por depósitos a plazo fijo y, en algunos casos, también las de las cajas de ahorro. Apuntaron tanto a clientes particulares como a empresas, que ahora vuelven a considerar al sistema bancario como una alternativa rentable y segura.
Los resultados de la dolarización endógena
Durante los años del cepo y la inflación alta, los bancos priorizaron la captación de pesos. Las tasas en dólares resultaban poco atractivas. Sin embargo, la política de “dolarización endógena” que impulsa el Gobierno modificó el panorama. Hoy, las entidades promueven el uso libre de divisas y compiten entre sí por cada dólar que ingresa.
El Banco Supervielle lidera la oferta con una tasa nominal del 5,5% anual para depósitos a un año. Para plazos de 90 días ofrece un 2,5% anual. “Esta iniciativa está dirigida tanto a clientes individuos como a empresas, brindando una alternativa sólida y rentable para preservar el valor de sus dólares”, explicó la entidad. Además, mantiene una cuenta remunerada que paga 2% anual con disponibilidad inmediata.
El Banco Macro también reaccionó. Tras el lanzamiento del “Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los argentinos”, difundió su propuesta bajo el lema “tus dólares no crecen en el colchón, crecen con el plazo fijo”. Anunció una tasa de hasta 5,15% anual para colocaciones en moneda extranjera.
El Banco Nación, por su parte, elevó la tasa a 5% anual para quienes constituyan plazos fijos en dólares a través de canales digitales. La estrategia apunta a incentivar el uso de plataformas online, que reducen costos y agilizan operaciones.
Más bancos se sumaron a la tendencia
Otros bancos también se sumaron a la competencia. El Galicia ofrece un 3,75% anual para depósitos a 365 días y un 2,4% para colocaciones a 30 días. Además, paga 2% anual a quienes mantengan dólares en caja de ahorro. El BBVA, conocido como Banco Francés, remunera con un 2,25% los depósitos a plazo fijo.
El Banco Comafi propuso una tasa del 4,5% anual, mientras que el ICBC fijó su rendimiento en 3,25%. Estas tasas ya superaron los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense. El título a diez años rinde 4,43% anual, y los Treasuries a 30 años, 4,93%.
Incluso se ubican por encima de la tasa de referencia de la Reserva Federal de Estados Unidos, que actualmente se encuentra entre el 4,25% y el 4,5%. Esta situación convirtió al sistema bancario argentino en una opción más atractiva para los ahorristas que prefieren mantener sus dólares dentro del país.
No todos los bancos ofrecieron rendimientos tan elevados. Algunos, como el Banco Ciudad, fijaron su tasa en 0,5% anual. El Banco Provincia ofreció 0,3%, el Patagonia 0,2% y el Santander apenas 0,05%.
El Banco Central no fija las tasas para depósitos en dólares. Cada entidad define su estrategia según sus necesidades de liquidez y su política comercial. Sin embargo, el contexto actual generó una competencia sin precedentes por captar divisas. Esta tendencia marcó un giro respecto a años anteriores y reflejó una nueva etapa para el sistema financiero argentino.