El manual de las Guías Alimentarias para la Población Argentina propone una mirada integral sobre la seguridad alimentaria y brinda recomendaciones prácticas para reducir riesgos y mejorar la salud a través de la selección, conservación y consumo responsable de alimentos.
Agua segura y almacenamiento adecuado
Uno de los ejes principales es garantizar el consumo de agua segura. Se sugiere tomar ocho vasos diarios y verificar su potabilidad, ya que el agua contaminada puede provocar enfermedades como diarrea o cólera. Para potabilizarla, se recomienda añadir dos gotas de lavandina por litro y esperar media hora o hervirla durante tres minutos. Además, los recipientes para acarrear y guardar agua deben estar limpios, cerrados y alejados de animales. La limpieza de tanques debe realizarse cada seis meses.
Cómo manipular frutas, verduras y alimentos perecederos
Las frutas y verduras requieren lavado con agua segura antes de su consumo. Las de hoja pueden sumergirse en agua con vinagre o limón por 10 a 15 minutos. Al comprarlas, se aconseja priorizar las frescas y revisar fechas de vencimiento en productos congelados o enlatados. Una vez abiertos, los enlatados deben trasladarse a recipientes herméticos y conservarse en heladera por un máximo de tres días.
En cuanto a lácteos, se recomienda verificar la integridad de los envases y mantener la cadena de frío. La leche en polvo o de larga vida debe guardarse en lugares frescos y secos y, tras abrirse, conservarse refrigerada.
Carnes, huevos y alimentos básicos
La cocción completa de carnes evita intoxicaciones. Es importante ubicar la carne cruda en el estante inferior de la heladera para prevenir goteos y mantenerla entre tres y cinco días refrigerada, o hasta seis meses congelada. Los pescados deben presentar ojos brillantes y carne firme. Los huevos se deben consumir bien cocidos y no se aconseja usar huevo crudo en recetas caseras.
Para legumbres, cereales y tubérculos, se recomienda adquirir productos en envases íntegros y almacenarlos en recipientes cerrados, limpios y secos. Las papas y batatas se cocinan preferentemente con cáscara para conservar nutrientes.
Control de calidad y etiquetado claro
El manual destaca la importancia de preferir alimentos naturales o mínimamente procesados y la necesidad de regulaciones que garanticen productos seguros. Los alimentos comercializados deben ajustarse a las normas del Código Alimentario Argentino y contar con rotulados claros que informen sobre nutrientes críticos como grasas, azúcares y sodio.
Ante dudas sobre la normativa o el etiquetado, se puede consultar a oficinas bromatológicas locales o a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
Promoción de huertas y sistemas sostenibles
Las guías también promueven la creación de huertas domésticas, escolares y comunitarias para garantizar alimentos frescos y reducir el uso de agroquímicos. El acceso a una dieta sana y segura debe ser un derecho, sin verse limitado por el costo de los alimentos.
Estas recomendaciones buscan fortalecer la seguridad alimentaria, fomentar decisiones informadas y contribuir a la salud integral de la población.