El verano estadounidense está siendo muy cruel con los equipos que disputan el Mundial de Clubes. Los protagonistas sufren el agobiante calor tanto en los entrenamientos como en los partidos y las altas temperaturas han sido un motivo de queja por parte de los jugadores y entrenadores.
El partido entre el Paris Saint-Germain y el Atlético de Madrid fue en el que más se sintió. Al momento del encuentro (12 del mediodía hora local) había 32 grados de sensación térmica en el Rose Bowl de Los Ángeles, que se sentía más debido al valor de la humedad que superaba el 60%.
“No es fácil jugar en estas condiciones con este calor. El partido ha estado claramente marcado por la temperatura. Está muy bien el horario para que en Europa lo vean, pero los equipos se resienten. La movilidad es importante, es una de nuestras características. Hay que saber cuándo aprovecharla. Jugamos bien. Fue difícil hacer estos esfuerzos”, sentenció Luis Enrique tras el 4 a 0 de su PSG en el debut.
Marcos Llorente no sólo sufrió la goleada del último campeón de la UEFA Champions League, sino que también fue víctima de la temperatura: “Es imposible, un calor terrible. Yo tenía los dedos de los pies que las uñas me dolían. No podía frenar y arrancar. Como es igual para todos, no hay queja”.
Más allá de que en ambos tiempos hubo parates para que los jugadores se refrescaran, las consecuencias del calor mellaron en su físico. Todos terminaron exhaustos, con toallas húmedas en la cabeza para bajar la temperatura corporal.
Vinicius Jr. fue otro de los que se quejó del calor, pese a que el Real Madrid todavía no debutó en el certamen. Lo hará este miércoles desde las 15, hora local, ante el Al-Hilal de Arabia Saudita en el Hard Rock Stadium de Miami y las previsiones apuntan a temperaturas que rondarán los 32 grados.
Algo similar ocurrirá con el Juventus-Manchester City del 26 de junio en Orlando, también programado para las 15. “Hace mucho calor. Tenemos que estar preparados porque va a ser muy duro”, señaló el extremo brasileño.
Ya en el partido inaugural se pudieron ver algunas medidas para mitigar el calor. Prácticamente todos los hinchas tenían un abanico de cartón distribuido por la FIFA, que servían para intentar aliviar el sofocante ambiente del estadio.
De los dos equipos argentinos que participarán, el que más lo sufrirá será Boca, que disputará dos partidos en la calurosa ciudad de Miami con sensaciones térmicas que superarán los 30 grados. Ante el Benfica será a las 18 de allí, mientras que frente al Bayern Múnich se jugará a las 21 de los Estados Unidos.
River, por su parte, disputará dos de sus tres partidos en Seattle, una ciudad ubicada al noroeste del país donde el calor no es tan extremo. Para los duelos ante Urawa Red Diamonds e Inter se prevén temperaturas cercanas a los 20 grados.