En un contexto donde la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia) advierte sobre el ingreso ilegal de más de 500.000 huevos por día al país, provenientes de Brasil, Paraguay y Bolivia, comerciantes locales prefieren abastecerse con huevos de productores locales. La decisión busca sostener la economía regional y reducir los riesgos sanitarios.
Sandra Portel, propietaria de una verdulería, afirmó que compra el huevo en Posadas. “Así como a mí me vienen a comprar productores de la provincia, yo les compro a ellos para que crezcamos los dos, y eso hago también con las verduras y pollos”, mencionó.
A su vez Florencia Silva, encargada de otro local, explicó que “solemos comprar en el Mercado Central en Posadas, y sino compramos los que nos traen los productores al local”. En este sentido, Blanca Muñoz también remarcó que eligen “comprar a productores porque les ayudamos a su venta, y además porque tienen un precio accesible”.
Impacto del contrabando en el mercado y la sanidad
Según Capia, los huevos ingresan desde Brasil, Paraguay y Bolivia, sin pasar por controles sanitarios, sin trazabilidad y sin pagar impuestos. La mercadería se vende a $5.000 el maple, frente a los $8.000 del producto local. Esto genera una competencia desleal que perjudica sobre todo a pequeños y medianos productores.
A las consecuencias económicas se suman los riesgos sanitarios. Desde Capia advirtieron que los huevos ingresados por contrabando no tienen el status sanitario que se exige para la comercialización formal en Argentina. Esa falta de garantías impide que puedan atravesar la frontera por vías legales. Por eso, ingresan de manera irregular, sin certificaciones, sin trazabilidad y sin control de enfermedades.
En ese punto, la entidad remarcó que el Senasa —el organismo responsable de la sanidad agroalimentaria— no cuenta con poder de policía para fiscalizar los puntos de venta. Su competencia se limita al tránsito y a los controles en frontera.
