Una imagen vale más que mil palabras, y la que tomó Sergio Moya en el Parque Provincial Urugua-í lo demuestra. El reconocido divulgador ambiental y fotógrafo logró capturar en una sola toma al yaguareté, una de las especies más emblemáticas y amenazadas de la biodiversidad misionera. El registro no solo se volvió viral, sino que renovó el llamado a cuidar la Selva Paranaense.
Con más de 13 mil seguidores en Instagram y más de 4 mil suscriptores en YouTube, Moya se ha convertido en una referencia para quienes buscan conocer la naturaleza de Misiones desde una mirada comprometida. Desde hace años, recorre los montes de la provincia con su cámara en mano, compartiendo paisajes, especies y rastros, siempre con un mensaje claro: “Conocer para conservar”.
La imagen del yaguareté la obtuvo durante una salida de observación de aves junto a un grupo de personas. “No fue algo planeado. El que sale a buscar un yaguareté tiene que tener mucha fe, la verdad es difícil”, afirmó a la par que explicó que ese día querían registrar monos y yacutingas.
El lugar y el momento
“Estábamos sentados escuchando unos pájaros, y en eso veo que del arroyo viene algo. Como estaba lejos, levanté la cámara para usarla como binocular, y ahí a través de la lente vi que era tremendo”, contó. Fue un momento breve y decisivo. “Apreté el botón y nada más. Me senté en el piso, fue una reacción automática para disfrutar el momento”.
La cámara, curiosamente, no estaba preparada para un gran felino. “La tenía configurada para los monos que habíamos visto antes. Pero por suerte salió la imagen”, detalló.
Esa reacción instintiva, guiada por años de caminatas por la selva, derivó en una de las fotos más celebradas del año. Sin embargo, para Moya, lo importante no es la fama de la imagen, sino el mensaje que transmite: “Me encanta que la foto se difunda, pero no por mí, sino porque con cada imagen trato de llevar un mensaje de conservación. Que la gente vea al yaguareté y piense en cuidar la selva”, subrayó.
Sergio no es solo fotógrafo. Es docente, ingeniero ambiental y fundador de una pequeña reserva natural entre Oberá y Alem, en una chacra familiar. Allí observa huellas, rastros y sonidos. “Está a pocos kilómetros de la ciudad, pero la biodiversidad es enorme. Quiero que se vea que, estando cerquita, también hay selva y se puede cuidar”, señaló.
Un mensaje de protección al yaguareté y la fauna
Desde sus redes, comparte videos y fotografías que muestran no solo fauna en libertad, sino también una filosofía de vida basada en el respeto por la naturaleza. “Misiones tiene lo que en Brasil y Paraguay ya se perdió. Nuestra selva atlántica está viva, y tenemos que entender que cuidarla es cuidar nuestra agua, nuestro aire y nuestro futuro”, expresó con convicción.
Sergio Moya no nació en Misiones, pero la adoptó como su hogar y su causa. “Vengo de Jujuy, una provincia hermosa. Pero acá encontré un ecosistema increíble. Me siento afortunado de vivir en Misiones. Solo hace falta conocer para saber dónde estamos pisando”, afirmó.
Con una mirada paciente, una cámara y una convicción clara, Moya transforma cada excursión en una oportunidad para enseñar y sensibilizar. La foto del yaguareté es, tal vez, su mejor carta de presentación. Pero el mensaje va más allá del instante congelado: es un llamado urgente a valorar y preservar la selva misionera.
