La expresidenta Cristina Fernandez de Kirchner permanece en su casa del barrio porteño de Constitución desde el martes, luego de que la Corte Suprema ratificara su condena a seis años de prisión en la causa Vialidad. Su domicilio amaneció vallado y con fuerte presencia policial, mientras agrupaciones kirchneristas convocaron a una movilización por el Día de la Bandera en apoyo a la exmandataria.
El operativo de seguridad
El domicilio de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ubicado en San José 1111 del barrio porteño de Constitución, amaneció este viernes completamente vallado y bajo un estricto operativo de seguridad. La medida se produce luego de que el martes comenzara oficialmente a cumplir prisión domiciliaria, tras la ratificación por parte de la Corte Suprema de Justicia de su condena a seis años de prisión por corrupción en el marco de la causa Vialidad.
En el lugar se desplegó un cordón de la Policía Federal Argentina, mientras agentes del Servicio Penitenciario Federal colocaron a la exmandataria una tobillera electrónica el jueves por la tarde. Según se informó, personal policial ingresó alrededor de las 17 al domicilio para proceder con la notificación y colocación del dispositivo de control.
Banderazo frente a la casa de Cristina Kirchner
A medida que avanzan las horas, el entorno de Cristina Kirchner se transforma. Militantes de La Cámpora y otras organizaciones afines al kirchnerismo convocaron a un banderazo para las 17 horas frente a su domicilio, coincidiendo con los actos por el Día de la Bandera. Se prevé una fuerte movilización de apoyo a la expresidenta, que permanece recluida en su casa cumpliendo arresto domiciliario.
En paralelo, el Gobierno porteño implementó un esquema especial de higiene urbana en la zona. De acuerdo con lo informado por el Ejecutivo de la Ciudad, desde hace días se realizan tres repasos diarios intensivos de limpieza, con un refuerzo de 20 barrenderos, y tareas de hidrolavado en calles, veredas y fachadas. La intención, señalaron, es mantener la higiene y evitar la instalación de estructuras que puedan generar desorden o permanencia prolongada en la vía pública.
La limpieza del lugar
Durante los días previos a la ratificación judicial, en el frente del edificio donde vive la exmandataria se había instalado una suerte de santuario improvisado. Cortinas metálicas cubiertas con carteles, fotos y mensajes de aliento, gazebos, mesas, sillas e incluso parrillas se habían convertido en una postal recurrente del lugar. Sin embargo, a partir del operativo de limpieza, personal de la Ciudad procedió a retirar esos elementos, y limpió por completo la fachada, dejando solo las vallas que marcan el perímetro de seguridad.
La convocatoria del kirchnerismo para el Día de la Bandera no solo tiene como objetivo acompañar a Cristina Kirchner en esta nueva etapa judicial, sino también mostrar fuerza política en un momento clave. La expresidenta, que aún conserva gran parte de su base de apoyo, se convierte así nuevamente en el centro de la escena nacional, esta vez en condición de condenada con arresto domiciliario.
La causa Vialidad, que motivó esta condena, investigó presuntas irregularidades en la adjudicación de obras públicas durante sus mandatos presidenciales en beneficio del empresario Lázaro Báez. La Justicia determinó que hubo direccionamiento en la asignación de contratos viales y sobreprecios sistemáticos, configurando delitos de administración fraudulenta contra el Estado.
La Corte dejó firme la condena de Cristina Kirchner
Pese a los recursos presentados por su defensa, la Corte Suprema dejó firme la condena a seis años de prisión, aunque el cumplimiento efectivo quedó en modalidad domiciliaria por razones de edad y salud. A partir de ahora, la expresidenta no podrá abandonar su domicilio sin autorización judicial, y será monitoreada electrónicamente por las fuerzas de seguridad.
El escenario en San José 1111 combina tensión, simbología política y una fuerte presencia institucional. Mientras la oposición celebra la decisión de la Justicia como un ejemplo de independencia del Poder Judicial, los sectores afines al kirchnerismo denuncian persecución y promueven la narrativa de una “Cristina proscripta”.
