El Estrecho de Ormuz, un corredor marítimo crucial entre Irán y Omán, se ha convertido en el epicentro de la tensión geopolítica tras la escalada del conflicto entre Irán, Israel y Estados Unidos. Este estrecho, por donde transita casi el 30% del petróleo y gas mundial, es visto como el “arma más letal” que Irán podría utilizar en respuesta a un reciente ataque estadounidense contra sus centrales nucleares.
La amenaza iraní de clausurar este paso estratégico encendió las alarmas en los mercados globales, generando preocupación por una posible crisis energética de gran magnitud. La interrupción del tránsito en Ormuz tendría un impacto severo no solo en los países exportadores, sino también en potencias como China, el principal destino de las exportaciones energéticas iraníes.

¿Dónde queda el estrecho de Ormuz y por qué es tan importante?
Ubicado entre el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán, el Estrecho de Ormuz es vital para la economía global, con aproximadamente 19 millones de barriles de crudo circulando diariamente. Este petróleo proviene principalmente de naciones como Arabia Saudita, Irak, Kuwait, Bahréin, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos.
La posibilidad de un cierre efectivo del estrecho se impulsó este domingo por el Parlamento iraní, que solicitó su clausura total e inmediata. Entre las opciones que Teherán baraja se encuentran el minado de aguas o ataques directos a buques petroleros, acciones que podrían provocar una expansión explosiva del conflicto regional.

Un antecedente de esta táctica se observó en 2023, cuando los rebeldes hutíes, aliados de Irán, atacaron embarcaciones en el Mar Rojo, lo que interrumpió el comercio internacional en solidaridad con Gaza. Este episodio demuestra la capacidad de actores vinculados a Irán para afectar las rutas marítimas vitales.
El mercado petrolero reaccionó con cautela. El barril de crudo Brent cerró el viernes a 77,01 dólares, pero los analistas anticipan un fuerte aumento en los precios si la amenaza de cierre de Ormuz se materializa, lo que podría llevar los precios a valores inéditos.
Sin embargo, a pesar de las amenazas, la consultora Eurasia Group considera “poco probable” que Irán avance con esta medida. Esta evaluación se basa en la significativa presencia militar estadounidense en la región y las graves consecuencias económicas internas que implicaría para Irán.

Los riesgos que podría implicar el cierre del paso marítimo
Expertos como Gregory Brew, analista geopolítico, advierten que “cerrar el estrecho sería una declaración de guerra contra EE.UU. y los países del Golfo”. Incluso desde la Casa Blanca, el vicepresidente J.D. Vance expresó su escepticismo y calificó la acción como “suicida” debido a la dependencia de la economía iraní del Estrecho de Ormuz.
Aunque Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos ya prepararon rutas alternativas por tierra hacia el Mar Rojo, otros países como Qatar, Bahréin y Kuwait quedarían virtualmente aislados en caso de un cierre prolongado. La posibilidad de un conflicto regional se intensifica, lo que aumentaría la amenaza de una crisis energética con impacto mundial.

No es la primera vez que Irán amenaza con el cierre de Ormuz, pero la reciente agresión estadounidense a sus centrales nucleares añade un nuevo nivel de seriedad a la situación. Sin embargo, analistas de Eurasia Group reiteran que “los esfuerzos iraníes para cerrar el estrecho y atacar la infraestructura energética en el Golfo Pérsico son ‘poco probables’”, citando la significativa respuesta militar que esto casi con certeza desencadenaría por parte de Estados Unidos.
El Estrecho de Ormuz, conocido en árabe como Bab as-Salam o “Puerta de la Paz”, se transformó así en el punto neural de una creciente tensión internacional que tiene el potencial de redefinir el equilibrio geopolítico global.