Boca Juniors no pasó del empate ante Auckland City y cerró su participación en el Mundial de Clubes sin avanzar de fase. El partido, que finalizó 1 a 1, ya no tenía valor clasificatorio para el Xeneize, eliminado previamente por el triunfo de Benfica sobre Bayern Múnich.
El equipo argentino abrió el marcador a los 25 minutos del primer tiempo con un cabezazo de Lautaro Di Lollo que terminó en gol en contra de Garrow, el arquero del elenco neozelandés. La igualdad llegó a los seis minutos del complemento con otro cabezazo, esta vez de Gray, que superó la estirada de Marchesín.
Durante el segundo tiempo, una intensa tormenta eléctrica obligó a interrumpir el encuentro. Los organizadores detuvieron el juego por más de 30 minutos, mientras solicitaban a los hinchas que se resguarden en las tribunas del estadio en Charlotte.
Boca volvió a gritar gol tras una jugada de Zenón que terminó en definición de Merentiel, pero el VAR intervino. La revisión determinó que el volante se había llevado la pelota con la mano, por lo que el tanto fue anulado.
El empate ante Auckland dejó al Xeneize con solo dos puntos y sin chances de avanzar a los octavos. Fue el cierre de una participación marcada por las dificultades y la eliminación anticipada. Benfica y Bayern Múnich ocuparon los dos primeros puestos del Grupo C.
Auckland City, el equipo amateur de Nueva Zelanda que empató con Boca
Auckland City, por su parte, sorprendió con su entrega pese a no contar con jugadores profesionales. La mayoría de su plantel trabaja en otras áreas y se entrenan en horario nocturno. Tuvieron que pedir vacaciones para disputar este torneo.
Entre sus profesiones hay de todo. Uno trabaja en el depósito de una fábrica y opera un toro mecánico, otro vende herramientas y hay un agente inmobiliario, además de un peluquero. Son multicampeones de Oceanía, pero sin las estructuras de los grandes equipos.
A pesar de no lograr la clasificación, el equipo neozelandés se llevó la experiencia de empatar ante un histórico del continente sudamericano. Boca, en cambio, se despidió sin triunfos y con un sabor amargo.
