Este sábado 28 de junio, el Parque de las Fiestas de Posadas pasará a llamarse oficialmente María de la Cruz Morínigo, en homenaje a una figura emblemática del compromiso social y religioso con los sectores más vulnerables de la capital misionera.
A partir de las 18:00, el Honorable Concejo Deliberante junto a la Secretaría de Cultura y Educación encabezarán el acto de imposición del nombre en el predio ubicado sobre la Costanera, en el acceso Sur de la ciudad. La designación busca honrar “su ejemplo eterno de fe, entrega y comunidad”, señalaron los organizadores al invitar a toda la ciudadanía a participar.

María de la Cruz Morínigo
Nacida el 3 de mayo de 1931 en Pedro Juan Caballero, Paraguay, Morínigo emigró a Posadas a los 17 años junto a su madre y hermanos. Se instalaron en la actual avenida Trinchera de San José, desde donde comenzó una labor silenciosa pero profunda que dejó huella en varias generaciones.
Apodada con cariño como la “Santa de los Humildes”, María de la Cruz recorría los barrios vendiendo rapadura y maní para ayudar a su familia. En ese andar cotidiano, descubrió la dura realidad de muchos niños sin hogar, sin alimento y sin acceso a la educación. A partir de allí, su vida tomó un rumbo marcado por la solidaridad.

Consagrada a la Virgen María, comenzó a recibir donaciones y a organizar actividades para asistir a los más necesitados. Su casa se convirtió en un espacio de contención, donde impartía catequesis a los niños del barrio. Además, en 1948 fundó el Club Palomas del Espíritu Santo, desde donde promovió el deporte, la cultura y la fe.
Símbolo de una vida dedicada a los demás
En una época en la que no tenía autorización para enseñar catequesis, fue el propio obispo Jorge Kemerer quien le otorgó la facultad para hacerlo, atendiendo el pedido de niños y familias que reconocían su entrega. En 1989, recibió formalmente el título de Catequista Oficial del Obispado de Posadas.
Con el fin de acercar a los jóvenes a la Iglesia, ideó un sistema singular: en su club, quien no asistía a misa no podía jugar al fútbol ni participar de torneos o encuentros. El mismo espacio también albergaba celebraciones como fiestas de 15, cumpleaños y casamientos para familias de bajos recursos.

María de la Cruz Morínigo falleció el 21 de junio de 1993, en Posadas, a causa de un asma crónico. Tenía 62 años. Sus restos descansan en su ciudad natal, junto a su madre y hermanos. Este sábado, su nombre quedará grabado en uno de los espacios públicos más representativos de la ciudad, como símbolo de una vida dedicada a los demás.