Es comunicadora social y dedicó gran parte de su carrera a producir y documentar la historia del rock misionero. Esta vez, debuta como escritora de ficción y será parte de la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires con su ópera prima “Mates en la cama”.
Lara Schwieters presenta su segundo libro en el transcurso de su carrera profesional. En esta oportunidad se trata de una publicación sobre ficción que lleva el nombre de Mates en la cama. Son cuentos que encierran un gran compendio de lecturas, laboratorio creativo y mucho entusiasmo por el oficio de la escritura, llevado hacia el terreno del realismo mágico y maridado con su propio estilo.
Mates en la cama se encuentra disponible tanto en su versión física como en formato e-book, y puede conseguirse en Tras los pasos y Bookstar, como así también en la página de la editorial a cargo de su publicación, Tinta Libre. Es el primer paso en una nueva etapa como escritora para Schwieters, ya que no es algo ajeno a su vida cotidiana.
Es que desde muy pequeña siempre encontró en la escritura una forma de expandir su curiosidad y los límites de su conocimiento. La lectura también la acompaña desde siempre, sin embargo, durante mucho tiempo estuvo dedicada a la elaboración de textos periodísticos y académicos. Su primer libro es una investigación muy importante para nuestra tierra y aborda la música bajo el concepto de Rock Misionero.
Laboratorio y disciplina para la escritura creativa
Es madre de tres hijos y junto a su pareja, el músico Marcelo Kuczek, llevan adelante la productora Tierra Soñada, donde unifican el trabajo musical con el desarrollo audiovisual. Siendo parte del equipo de comunicación de la Facultad de Exactas y Ciencias Naturales de la UNaM, el hábito de la escritura encuentra sus pequeños sitios para florecer y seguir creciendo.
Es por ello que ha logrado sistematizar algunos procesos para ganar algo de tiempo. Su investigación no cesa y entre sus referencias hay una amplitud que abarca desde grandes clásicos como Borges y Cortázar, hasta lecturas más contemporáneas como Samantha Schweblin o Hernán Casciari. Sus ideas van a parar a lo que ella denomina un “cuaderno de acopio”, desde donde reposan hasta encontrar su forma justa de ser contadas.
Sobre sus cuentos, anticipa (sin spoilers) que hay un gran componente ligado a la memoria, una sustancia que atraviesa su historia de vida y la conexión que tiene con su madre María Sara, quien también dedicó mucho tiempo a la escritura. La nostalgia es un terreno complejo, admite, por lo que busca salir del territorio de la melancolía para imaginar dispositivos más alegres. Aquí es donde la ciencia ficción hace frontera con el realismo mágico de Cortázar y aparecen los guiños a las recetas, los instructivos para las cuestiones del alma y del sentir.
Su recorrido todavía tiene muchas más paradas y entre ellas, una de las más importantes será su participación este 4 de mayo en la Feria Internacional del Libro en la ciudad de Buenos Aires. Allí compartirá un espacio para compartir su obra y firmar libros en el stand de Tinta Libre, la editorial que cristalizó este gran trabajo.
