El Concejo Deliberante de Oberá declaró de Interés Público Cultural Municipal el 25º aniversario de la Murga del Monte. Desde el año 2000 transforma vidas a través del teatro comunitario. Este grupo, formado por vecinos de todas las edades y trasfondos, convirtió escuelas, plazas y festivales en escenarios donde se mezclan actuación, música, circo y danza. La finalidad es contar historias con identidad misionera. Su trabajo no solo entretiene, sino que fortalece la memoria colectiva y aborda problemáticas sociales con creatividad y sentido comunitario.

Los festejos por este cuarto de siglo comenzaron el 5 de junio, con una muestra en la Casa del Bicentenario. En la misma, fotografías, vestuarios y objetos repasan la trayectoria de un proyecto que traspasó fronteras. La exposición, de entrada libre, revela cómo este espacio autogestivo logró mantenerse vigente con talleres, encuentros internacionales y obras que rescatan la cultura obereña. “Si somos muchos, mucho mejor”, es la consigna que resume su espíritu colaborativo.
Este domingo 15, la celebración continuará con un adelanto del repertorio de “La Inescuchable”, la orquesta comunitaria del grupo, en su galpón de Chacabuco N° 662. La función es apta para toda la familia y a la gorra. Como todas sus propuestas, promete ser un viaje sonoro con sello local, donde los instrumentos dialogan con las raíces del monte misionero.

Lo que comenzó como un taller de teatro hoy es un movimiento que inspira a otros grupos en la provincia. La Murga del Monte no solo crea espectáculos; sino que forma redes, acompaña causas sociales y democratiza el acceso al arte. Su asociación civil trabaja con escuelas y el municipio en proyectos que vinculan cultura con educación. Con esta incansable labor, demuestran que el teatro puede ser una herramienta de cambio.
En un contexto donde las expresiones artísticas populares enfrentan desafíos económicos, este reconocimiento municipal reivindica su rol como guardianes de la identidad local. Los 25 años de la murga son también 25 años de resistencia creativa. En cada función realizada en espacios no convencionales -desde canchas hasta mercados- reafirma que el arte verdadero nace y vuelve a la comunidad.