La conmemoración del Día Provincial de Áreas Naturales Protegidas remite al 12 de junio de 1996, cuando Misiones presentó en Río de Janeiro el proyecto que finalmente otorgó a Yabotí la categoría de Reserva de Biosfera bajo el Programa Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO. Este reconocimiento internacional, oficializado por la Ley provincial 3041/93 (hoy Ley XVI N° 33), ratificó el valor global del mayor remanente continuo de selva paranaense en el mundo.
La génesis de este modelo comenzó con la sanción de la Ley de Áreas Naturales Protegidas (2932/94), que estableció un régimen de protección para parques y reservas provinciales y delegó al entonces incipiente Ministerio de Ecología la autoridad de aplicación. Aquel paso pionero posicionó a Misiones como la única jurisdicción argentina con un organismo ministerial dedicado exclusivamente al ambiente y los bosques, una decisión que reflejó el compromiso estatal de incorporar al cuidado ambiental como eje central de su desarrollo.
Además del marco legal, el impulso de la efeméride se entendió como una forma de visibilizar ante la comunidad local e internacional la riqueza natural de la provincia y fomentar la conciencia pública. Durante la presentación en la Cumbre de la Tierra, delegados de más de 170 países tomaron nota de la gestión misionera, cuya visión integradora combinaba la conservación de la biodiversidad con el respeto a los saberes y prácticas de las comunidades guaraníes que habitan Yabotí desde tiempos ancestrales.
Un sistema robusto con más de 100 reservas y casi 780.000 hectáreas
Hoy, el Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas (ANP) agrupa 106 espacios bajo administración ministerial, que en conjunto cubren aproximadamente 778.662 hectáreas de selva nativa, humedales y ecosistemas de transición.
A ese arsenal se suma la Reserva de Biosfera Yabotí, cuyos 253.773 ha conforman el núcleo más extenso de la ecorregión del Bosque Atlántico, junto a los parques provinciales Esmeralda y Moconá, que completan un corredor de conservación reconocido mundialmente.

En los últimos cuatro años, la provincia creó 47 nuevas Áreas Naturales Protegidas, incorporando hitos como la Reserva del Salto Paca y la ampliación del Parque Provincial Salto Encantado, famoso por su caída de 64 metros de altura. A la par, más de 45 propietarios privados han adherido voluntariamente a acuerdos de conservación a largo plazo, comprometiendo sus terrenos durante dos décadas bajo el amparo de más de 180 normas ambientales provinciales.
El modelo misionero va más allá de la mera declaración de áreas: se basa en un enfoque integral que contempla la regulación forestal (Ley de Bosques 854 y Ley de Bosques Protegidos 3426), planes de manejo participativo, monitoreo de fauna emblemática —como el yaguareté y el tapir— y la promoción de servicios ecosistémicos clave: captura de carbono, regulación hídrica, prevención de inundaciones y provisión de agua potable para comunidades locales.
Este robusto entramado legal e institucional distingue a Misiones a nivel nacional —donde la siguiente provincia con más ANP, Buenos Aires, llega a 48— y la sitúa como referente en América Latina, tanto por la cantidad y diversidad de sus espacios protegidos como por la calidad de su gestión y el grado de participación ciudadana.
Desafíos futuros y consolidación del compromiso comunitario
A pesar de los avances, el crecimiento demográfico, la expansión agrícola y el turismo imponen nuevos retos para equilibrar conservación y desarrollo. El jefe del Departamento de Planificación de la Dirección General de Áreas Naturales Protegidas, Esteban Arzamendia, alerta sobre la necesidad de fortalecer la vigilancia ambiental y diversificar las fuentes de financiamiento para garantizar la sostenibilidad de las ANP.
La intervención del Cuerpo de Guardaparques, compuesto por 119 agentes capacitados, resulta clave para el control y la acción rápida ante infracciones o emergencias ambientales. Estos profesionales coordinan operativos de fiscalización conjunta con fuerzas de seguridad, instalan estaciones de monitoreo satelital y lideran programas de educación ambiental en escuelas rurales y comunidades aborígenes.
Paralelamente, surge la necesidad de articular estrategias de desarrollo local que sumen beneficios económicos a pobladores rurales: ecoturismo comunitario en la Reserva Yabotí, avistaje de aves en la recientemente inaugurada Reserva Federal Campo San Juan y circuitos de interpretación cultural en Aldea Salto Encantado, potenciando la generación de ingresos y fortaleciendo la apropiación social de los valores naturales.
Por último, el desafío incluye adecuar la política ambiental a los escenarios de crisis climática, promoviendo corredores biológicos que permitan el desplazamiento de especies y trabajando en la restauración de bosques nativos degradados. El Gobierno provincial ya proyecta planes de reforestación con especies autóctonas y alianzas con universidades nacionales para investigación aplicada, apuntalando un legado sostenible para las generaciones venideras.
Con una historia forjada en la visión de UNESCO y una praxis consolidada por leyes y compromisos locales, Misiones celebra este 12 de junio no solo una efeméride, sino un modelo exportable de conservación. Al fortalecer la integración entre Estado, comunidad y ciencia, la provincia garantiza la pervivencia de su riqueza natural y cultural, reafirmándose como faro global en la protección de las áreas naturales protegidas.