Los videojuegos pueden impulsar la mejora de algunas capacidades útiles para el futuro en jóvenes, según la compañía de ciberseguridad ESET. Habilidades sociales, cognitivas, de razonamiento, autoconciencia y resolución de problemas.
Aunque el gaming sea -a veces- una actividad considerada de ocio, lo cierto es que los videojuegos pueden ser una plataforma en la que cada jugador practique y mejore diversas habilidades que resulten útiles en el futuro. Más allá de los jugadores profesionales de e-sports, estos estímulos son útiles para los niños, según la compañía de ciberseguridad ESET.
Sobre los múltiples beneficios, la empresa afirma que además de impactar en los títulos que los usuarios desean, también se pueden traducir en acciones en el mundo real. Por ello, Silicon Misiones promueve los deportes electrónicos con su aula móvil a lo largo y ancho de la provincia.
Habilidades sociales
Los videojuegos, sobre todo aquellos que cuentan con un modo online o presentan una modalidad cooperativa, se convirtieron en escenarios en los que grandes comunidades de jugadores se reúnen para colaborar de diferentes formas. Ya sea sobre los conocimientos o al jugar con desconocidos en internet.
Las funciones de chat (privado o público) permiten una interacción real más cercana y ayuda a generar grupos más unidos, como “clanes” o equipos que se forman de modo orgánico al unir no solo el interés común dentro del juego, sino también otros rasgos como personalidad, gustos, etc.
Con esto se eliminan las limitantes que suponen la interacción social física en espacios como la escuela o las comunidades de vecinos.
Autoconciencia
ESET también indicó que los videojuegos pueden generar una sensación positiva luego de una sesión de juego, en lugar de ser un estímulo negativo que cause estrés o baja autoestima. En su lugar, incluso en los niveles más complicados, los videojuegos generan una sensación de logro una vez que son superados.
Por otro lado, se considera que los juegos pueden ayudar a impulsar la realización de actividades, como la planificación, organización, y valorar su importancia. Esto también puede ser beneficioso porque se pueden usar los juegos como una forma en la que los padres pueden generar analogías para incentivar el aprendizaje.
Habilidad cognitiva
Los videojuegos además son un método que se puede emplear para el desarrollo de habilidades como la toma de decisiones, la identificación de lugares, personajes y estrategias. Requiere de un esfuerzo por parte de la memoria para aprender cómo superar niveles y repetir movimientos que son los más adecuados para estas situaciones.
Por otro lado, algunos de estos títulos, como en el caso de Minecraft, pueden servir para impulsar el pensamiento creativo.
Resolución de problemas
Esta habilidad llega también con los videojuegos pues para superar los retos del juego los jóvenes deberán a aprender a usar la lógica y su creatividad para encontrar las soluciones a sus problemas sobre todo si los juegos, al estilo de God of War, tienen obstáculos que se superan resolviendo rompecabezas o juegos de deducción para encontrar la salida.
Esto ayuda a la resolución de problemas complejos e identificar oportunidades para solucionar nuevos problemas con el conocimiento adquirido previamente.
Habilidades de razonamiento
Son una oportunidad para que los jóvenes aprendan a recibir y procesar información que se brinda en un juego, ya sea en forma de diálogos o de instrucciones para usar una nueva habilidad en sus personajes.
Además, el procesamiento de la información no solo se aplica para entender qué hacer, sino cuándo utilizar los movimientos y estrategias que se adquirieron en el desarrollo de un reto en el juego.
Fuente: Infobae
