En un taller de Posadas, Eduardo Pérez le da vida nueva a vehículos que se convierten en más que medios de transporte al customizar. Allí, cada moto o auto refleja la esencia de su dueño. “Nuestra pasión se ve reflejada a través de nuestra personalidad y cada vehículo que modificamos”, contó el costumer a Canal Doce.
El vecino explicó que el trabajo va más allá de lo técnico, y que no se se trata solo de pintura o piezas nuevas, sino de contar una historia. “Usamos herramientas que eran de mi abuelo. Por ejemplo, una llave stilson. Así, cada modificación tiene un valor sentimental”, explica. La tradición se mezcla con lo estético en cada proyecto.
La primera moto que modificó fue la suya. Y no paró: ya va por la quinta transformación. “Somos partidarios de consumir lo que hacemos”, asegura. Lo que cambia no es solo el diseño, sino el mensaje que cada persona quiere dejar en su máquina.
El costuomer también tiene un auto clásico, que pronto será intervenido con la misma idea; trasladar su personalidad a cada parte del vehículo. Para él, modificar no es capricho ni moda. Es una forma de expresión.
Desde su rincón de trabajo, este customizador convierte vehículos en obras únicas. “Tratamos que las cosas comunes se conviertan en algo diferente”, resume. Su taller es, en definitiva, un lugar donde la mecánica se vuelve arte.
