Cuentan con más de 20 espacios distribuidos en la ciudad. Están apuntaladas por los Ministerios de Agricultura Familiar y del Agro y Producción y el IFAI. Se sostienen con el trabajo de más de 500 familias productoras.
Cada día, miles de productores labran la tierra colorada y producen una enorme variedad de alimentos orgánicos que viajan desde las chacras a la capital de la provincia. En las Ferias Francas se respira trabajo y familia. Las horas transcurren con la alegría de los que venden y la complicidad cotidiana de quienes compran.
Desembarcaron en Posadas el 5 de septiembre de 1988 para instalarse en Villa Cabello, donde continúan el trabaja semana a semana. La enorme oferta de productos naturales llevaron a la Feria Franca a tener más de 20 espacios distribuidos en la ciudad. La propuesta es la mejor: alimentos sanos y frescos, a buen precio y sin intermediarios, de la mano de los productores a la mesa de los misioneros.
Fortalecer las economías regionales
Las Ferias Francas de Posadas sostienen a más de 500 familias, que llegan con sus productos desde todos los municipios. Los productores de Jardín América y El Soberbio son los que hacen el mayor recorrido.
Este mercado, de pequeños productores que fomenta la agricultura familiar y la producción de alimentos orgánicos, fue el inicio de una gran oportunidad. Tanto para productores y emprendedores, que consolidaron la venta de sus productos y posicionaron sus marcas. Hoy, son demandados por compradores de toda la provincia.
En las mesas desplegadas hay de todo. Mandioca, zapallo, acelga, espinaca, albahaca, cebolla, cebollita, perejil, aromáticas, frutas de todo tipo, carnes, huevos, dulces, conservas; y la lista continúa. Además, se suman los emprendedores con artesanías, vestimenta, tejidos y adornos.
Familia y trabajo en equipo
El productor y pionero, Eugenio Kasalaba, reflexionó sobre los 25 años de las ferias francas en Posadas. “Cuando empezó la feria en Oberá yo había pasado los 50 años. Trabajé siempre en la chacra con mis padres y con la idea de quedarme. Hoy esa tierra es de mis hijos”, explicó.
La educación cumple un rol fundamental para el arraigo rural. “Dentro de nuestra chacra tenemos una Escuela de la Familia Agrícola (EFA). Esos alumnos son el futuro de la chacra y de la producción de alimentos“, sostuvo Kasalaba.
Además, agregó que la producción hortícola es un pilar fundamental de la economía misionera, donde las mujeres rurales cumplen una función imprescindible. “Las mujeres son el motor de las Ferias Francas. A través de ellas lograron independencia económica y social, conocieron la provincia y expandieron sus posibilidades“, aseguró.
En tanto, el presidente de las Ferias Francas de Posadas, José Villasanti, dijo que “es un clima de fiesta para todos. Celebrar 25 años de trabajo genuino con los productores misioneros no es poca cosa. Nos llena de orgullo el progreso de estas familias que hacen de la Feria Franca una forma de vida“.
25 años de trabajo genuino
Otro productor pionero, Hipólito Arena, celebró este encuentro. “Esto significa una alegría enorme. Cumplimos 25 años. Comenzamos de abajo, fui presidente de la interferia. Me ha dado un orgullo tremendo“, aseguró.
“Hoy el productor viene, vende, sabe lo que vale y se lleva su sacrificio en el bolsillo. La Feria le dio la oportunidad de crecer al pequeño productor, que se lo ha ganado con su lucha”, subrayó Arena.
Se emocionó al recordar a jóvenes profesionales hijos de productores que vio crecer en estos espacios. “Muchos hijos de productores tienen títulos universitarios. Encontrarme con chicos que conozco desde que dormían debajo de las mesas y hoy manejan la feria es muy gratificante“, aseguró.
Por último, destacó también el apoyo de las familias misioneras. “Los consumidores comprendieron la necesidad de los pequeños productores y siempre nos apoyaron; eso nos dio la fortaleza que hoy estamos festejando“, finalizó.
Fotografía y edición: Lautaro Barrientos – Canal 12
