Se trata de una forma de ver la vida que comenzaron a adoptar en masa muchas jóvenes y que no se vincula únicamente con la moda. Con referencias del estilo rococó, la estética coquette se ha convertido en la insignia del nuevo romanticismo
Moños de colores rosas y blancos, encajes, volados y reminiscencias de la niñez. El estilo coquette se volvió viral y es una tendencia imperante en las redes sociales. Si bien el término suena como una moda temporal –para algunos también pasajera–, cuenta con un trasfondo peculiar y un deseo de expresión femenino.
Al abrir plataformas como TikTok o Twitter se puede encontrar la palabra de origen francés coquette –en español, coqueto– entre las más buscadas por los usuarios. Precisamente, en TikTok el hashtag #coquette cuenta con más de 17.7 billones de visualizaciones. Este es un número que pone de manifiesto el interés por un concepto que, por una lado, busca definir una identidad y que, por otro, sirve como divertimento.
Videos con imágenes editadas y superpuestas para transmitir lo que es ser una coquette girl; análisis sociológicos e históricos respecto de su origen; memes que utilizan los moños a modo de burla y hacen parodias sobre cómo cualquier elemento u hecho puede tener un tinte de coqueto. El concepto en sí engloba varias aristas.
Qué significa ser coquette 🎀
“Es un hecho que estos elementos están en auge y son una clara respuesta a varios estereotipos que se vienen arrastrando desde hace años. Antes, el empoderamiento femenino solía estar vinculado con la masculinización: una mujer fuerte debía ser rígida y frívola para ser admirada. Por el contrario, alguien delicada y romántica era asociada con la fragilidad y la inocencia”, expresa en sus redes sociales la periodista Josahandry Lia.
Lia vincula el auge del coquette con el deseo de las nuevas generaciones por reclamar y celebrar todas las cosas que antes eran motivo de burla para las mujeres. “En el pasado a esas cosas ‘típicas’ se las veía como algo negativo. No obstante, ahora se busca vincularlas con la necesidad de encontrar la identidad y dejar de menospreciar y sexualizar aquellas cosas que son tiernas, lindas y sutiles”, explica la tiktoker con más de 100 mil seguidores.
Más que una moda
Según manifiestan muchas de las jóvenes que implementan este “estilo de vida” las características que hacen a la identidad coquette son: lo femenino, el deseo de arreglarse y vestirse con moños y colores pasteles y la vuelta a la cosmovisión etérea de la vida. “Considero que a la gente le gusta sentirse parte de algo de Vladimir Nabokov. Todo conduce al alcance de la hiperfeminidad y al deseo de las mujeres de expresarse sin ser objeto de crítica. un estilo de vida”, explica a LA NACION, Candelaria Reina de 22 años, estudiante de la carrera de Comunicación Social.
Simplicidad en colores y telas, pero exceso de accesorios que hacen reminiscencia de una época de nostalgia y excentricidades. Música de Lana del Rey, literatura de autoras clásicas como Jane Austen o las hermanas Brontë, la estética que divulgó Sofía Coppola en la película María Antonieta y el popular libro Lolita de Vladimir Nabokov: todo conduce al alcance de la hiperfemenidad y al deseo de las mujeres de expresarse sin ser objeto de crítica.
Los inicios del estilo que es tendencia
Fue en los comienzos de la expansión de la tendencia que la revista Vogue tildó al estilo coquette como un reclamo hacia los personajes híper femeninos que en el pasado fueron demonizados para devolverles su luz positiva.
Coincide con lo mencionado la productora de moda y licenciada en Ciencias de la Comunicación, Julieta Etchegaray. La misma añade que parte de la forma de pensar de las coquettes es el dejar de asociar los hábitos y las prendas masculinas como algo que valorizaba la capacidad de la mujer como alguien inteligente, líder y fuerte igual que el hombre. “En parte la lucha de la mujer por entrar en este mundo patriarcal fue a partir de la incorporación de estas tendencias que se acercan a una imagen más masculina, como lo es lo oversize, los cortes boyfriend, el tomboy core y el militar core con estampas de camuflaje y vestimentas oscuras, entre otras”, asegura.
¿Por qué ocurre este fenómeno?
Para Etchegaray es simple, “siempre que hay una tendencia hay una contra tendencia, entonces ahora llegamos a un punto de tensión en el que la mujer decide volver a su esencia y lucir prendas más femeninas porque sabe que puede ser igual de fuerte e inteligente que el sexo opuesto”. Además, hace énfasis en que esta nueva identidad y manera de ver la vida son formas que tiene la sociedad de adoptar el cambio de mentalidad cultural y social que se está viviendo.
Catalina Constantino, profesora de Historia y Cultura, añade que, de modo similar a como ocurrió en la etapa previa a la Revolución Francesa, el origen de la moda coquette tiene como protagonista a la reina francesa María Antonieta. La misma se convirtió en un estandarte de la expresión social a través de la ropa.
“Todo lo que ella y las damas de su corte lucían era copiado y vendido en masa. Los colores pasteles con encajes, lazos, perlas y estampas son muy característicos de esta figura histórica quien, además, iba contra las reglas de vestimenta establecidas e imponía los escotes bajos y el aumento del tamaño de las pelucas; algo bastante osado para ese entonces”, dice. Según la docente, esta era la forma que tenía la reina para expresar su descontento con el pueblo francés, su lado ‘inocente’ y femenino y las extravagancias a las cuales no estaba dispuesta a renunciar.
Memes coquette
Sol Hatchadourian, diseñadora de indumentaria egresada de la Universidad De Palermo, sintetiza: “el legado que dejó María Antonieta fue la exaltación de lo femenino y lo maximalista: moños, perlas, plumas, hilos de oro, brocados y sedas importadas. Todo era voluminoso, caro y brillante”. Consecuentemente, tras la Revolución Francesa, la experta en moda explica que toda evocación al período monárquico era sinónimo de vergüenza y anti patriotismo. Por este motivo, el vestuario se volvió más práctico, simplificado y se empezaron a adoptar siluetas de la indumentaria sastrera masculina.
En adición, Federico Gottfried, profesor de Comunicación en las Organizaciones en la Universidad Austral y director de Hauscom, consultora especializada en Comunicación y Reputación Digital, destaca como fundamental que para que un tema se haga ‘viral’ necesita crecer en dos direcciones: una es en términos de alcance y la otra, la interacción. “El alcance generalmente es lo que coloca, mediante medios de comunicación e influencers, una temática a la vista de todos. Continuamente, la temática es adoptada y comentada por la masa”, explica.
Según Gottfried, las olas de interacción que desató la identidad coquette se relacionan, por un lado con el atractivo. Por otro, con el humor y la crítica social. “Indudablemente, la tendencia confirma que hay un interés muy alto en el rol que tiene la mujer en la sociedad”, concluye.
Fuente: La Nación
