El ex Riff, JAF brindó un show íntimo en la capital misionera. El artista presentó temas de su nuevo disco Nocivo y rememoró sus clásicos.
Con la melodía de la lluvia y la noche como escenario principal, el encanto de los años setenta resurgió en la ciudad capitalina. Delante del telón del auditorio del Montoya, un micrófono, una guitarra y un amplificador bastaron para que, durante dos horas, el hombre del blues desplegara su magia. Pasadas las 21:15 Juan Alberto Ferreyra, más conocido como JAF, se hizo presente. El espíritu joven volvió a resurgir en cada uno de sus fanáticos, quienes rememoraron sus mejores épocas con cada acorde.
Al grito de “Te amo, JAF” y con el arpegio en Sol, Re y Mim, el ex Riff inició su show con Diapositivas. Luego, continuó con sus icónicas canciones: Soy hombre de blues y, Sangre y dolor. “Este es un tema muy viejo. A mi me gusta mucho. Es de una banda inglesa y decidí hacer una adaptación para cantarla en nuestro idioma”, expresó el cantante y tocó el primer cover de la noche: Is this love o, como él lo llamó: Esto es amor, de Whitesnake.
Para las 22:00, los aplausos resonaron en el auditorio cuando el maestro del blues interpretó Tal vez mañana brille el sol. En un ida y vuelta de charlas con el público, el artista entonó dos de las canciones más esperadas de la velada: Todo mi amor y Maravillosa esta noche. El brillo de los celulares y las miradas de los admiradores se hicieron uno mientras las baladas generaban un clima único en la sala.
Riff
Gallo negro y Como un gorrión de Joan Manuel Serrat fueron las melodías que dieron pie para que el artista presentara dos de sus nuevas canciones de Nocivo. Con una historia de composición, Dos almas fue el primer tema del disco interpretada por el cantante. De forma continua cantó un track homónimo del álbum.
La última parte del show llegó y el artista agradeció al público. “Solo puedo dar mis pasos como profesional por el apoyo de ustedes. Yo toco la guitarra acá o en el desierto, pero soy profesional gracias a su ayuda. Mi predisposición con ustedes es del 100%”, pronunció el músico. Tal como en aquellos años dorados de Riff, sonaron los punteos de Susy Cadillac.
El reloj marcaba las 23:00 y los artistas emergentes vinieron a la mente del cantante. “El show de hoy está dedicado a ellos. Que todos tengan la oportunidad de conocer el amor que solo ustedes son capaces de brindar”, expresó y las estrofas unificadas del rock de los ’70 y ’80 se hicieron eco. Whole Lotta Love de Led Zeppelin, Jump de Van Halen y Another Brick in the Wall de Pink Floyd daban cierre a la velada.
La persona y el músico
El micrófono, la guitarra y el amplificador ya no formaban parte de la escena. Con las miradas direccionadas hacia él en su totalidad, el cantante interpretó a capela Mercedes Benz. Los aplausos se extendieron por toda la sala y los fanáticos de toda la vida atesoraron un recuerdo más en sus mentes.
A la salida, con la humildad que lo caracteriza, el artista se sacó fotos, firmó autógrafos y habló con cada una de las personas que lo esperaban. Con humor, carisma y anécdotas, JAF se despidió hasta su próxima visita a la tierra colorada.
