Oberá dio un paso clave hacia la gestión sostenible de su arbolado urbano con el primer relevamiento técnico en 52 cuadras del centro. El estudio, realizado por la UNaM, permitirá acciones precisas como podas controladas y reemplazo de especies riesgosas. Con planes de digitalización y expansión a más barrios, la ciudad busca prevenir riesgos y proteger su patrimonio verde a largo plazo.

Oberá presentó los resultados del primer relevamiento técnico de su arbolado urbano. Esta es una acción clave para la gestión ambiental y la seguridad ciudadana. El estudio, realizado en 52 cuadras del centro, identifica especies, estado fitosanitario y posibles riesgos de cada ejemplar, cumpliendo con la Ordenanza N.° 3348 sancionada en 2023. Profesionales de la Facultad de Ciencias Forestales (UNaM) lideraron el trabajo, que ahora servirá como base científica para planificar podas, reposiciones y campañas de prevención.
Este diagnóstico permitirá actuar con precisión sobre árboles enfermos o peligrosos, evitando daños a personas o infraestructura. La normativa municipal clasifica los ejemplares según su riesgo (bajo, medio o alto) y establece acciones como podas controladas, tratamientos o reemplazos cuando sea necesario. Además, prioriza especies nativas que mejor se adapten al ecosistema urbano, combinando seguridad y biodiversidad.
El intendente Pablo Hassan destacó que el censo arbóreo es una herramienta para “transformar a Oberá en una ciudad más sostenible”. Durante la presentación, enfatizó que los datos recopilados ayudarán a optimizar recursos y coordinar tareas entre el municipio, universidades y vecinos. El manual técnico derivado del relevamiento también guiará futuras plantaciones, asegurando un crecimiento ordenado del patrimonio verde.

La ordenanza no solo aborda el espacio público, sino también el arbolado en propiedades privadas. Propietarios que no gestionen árboles riesgosos en sus terrenos podrán recibir sanciones, aunque el foco está en la concientización. El municipio planea talleres para enseñar podas responsables y destacar beneficios ambientales del arbolado, como la reducción de temperatura y la absorción de contaminantes.
Entre los próximos pasos, está previsto extender el relevamiento a más barrios y actualizar la base de datos cada dos años. Las autoridades adelantaron que integrarán la información a un sistema digital para agilizar denuncias ciudadanas y monitoreo. Este enfoque proactivo busca reducir emergencias por caídas de ramas o raíces invasivas, frecuentes durante tormentas.
Con esta iniciativa, Oberá se suma a ciudades que gestionan su arbolado con criterios técnicos y de prevención. El modelo podría replicarse en otros municipios de Misiones, donde el crecimiento urbano y los eventos climáticos extremos exigen planificar el paisaje verde a largo plazo. El compromiso ahora es mantener una gestión transparente y participativa, clave para preservar este recurso natural.