Bahía Blanca sufre una inundación histórica que dejó 13 muertos y cientos de evacuados. Vecinos intentan recuperar sus hogares, mientras la falta de agua potable y electricidad agrava la crisis. Las pérdidas materiales son incalculables y el panorama en la ciudad es devastador.
Las calles de Bahía Blanca se convirtieron en ríos de lodo. Vecinos intentan salvar pertenencias, pero muchos perdieron todo. La catástrofe golpeó con fuerza y dejó escenas de destrucción en cada rincón de la ciudad.

El saldo trágico de la inundación en Bahía Blanca
Las autoridades confirmaron 13 muertos por la inundación en Bahía Blanca. Entre ellos, identificaron a María Isabel Oliva, Perla Re, Sara Rueda, Margarita Peusquiza, Elba Ressia, Estela Iturbide, Hilda Elvira Pompei, Nelson Zinni, Sofía González, Rolando Ortega y Nélida Eliseis. También hay desaparecidos, como las hermanas Delfina y Pilar Hecker, arrastradas por la corriente en la ruta.

Una ciudad sin agua ni luz
La falta de agua potable afecta a miles de vecinos. Muchos deben recorrer largas distancias para conseguir bidones en los pocos surgentes naturales de la ciudad. “No quedó habitable, es como si fuera una casa que fue abandonada hace 20 años”, lamentó Taiel Acimoff, mientras cargaba recipientes en el Parque de Mayo.

Calles destruidas y comercios saqueados
Los comerciantes tapiaron vidrieras rotas y limpiaron destrozos. La galería Visión 2000, con 131 locales, quedó sumergida. “Nunca vi algo igual”, dijo Alberto Minich, encargado del lugar. Marina Santagada, dueña del mercado La Ilusión, resumió el sentimiento de muchos: “Pérdidas totales. Esto recién empieza”.
Evacuaciones masivas y barrios bajo el agua
Más de 1.320 personas dejaron sus hogares. General Cerri, uno de los barrios más afectados, registró 850 evacuados. La Ruta 3 colapsó y dejó autos sumergidos. Un agente de tránsito señaló una camioneta atrapada en el agua: “No sabemos si hay gente dentro”.

La reconstrucción será larga y difícil
Vecinos y comerciantes trabajan sin descanso para limpiar escombros y sacar el barro de las casas. “Además del daño de la catástrofe, hubo saqueos”, denunció Minich. La falta de previsión también es un tema de debate: “La obra del canal del arroyo Maldonado la hizo Perón. Creo que eso explica muchas cosas”.
La ciudad sigue sin dimensionar la magnitud del desastre. El agua drenó en algunas zonas, pero los destrozos quedaron a la vista. La falta de servicios básicos complica la recuperación. “Ahora viene lo peor”, advirtió un operario de Defensa Civil.