Diez estudiantes argentinos del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) ganaron el 1° puesto mundial en la prestigiosa CanSat Competition 2025. Se trata de una competencia internacional de ingeniería aeroespacial organizada por la American Astronautical Society y respaldada por la NASA, Lockheed Martin y Siemens. El evento, que se desarrolló en Virginia, Estados Unidos, reunió a 40 equipos universitarios de todo el mundo.
Por primera vez en la historia del certamen, un equipo latinoamericano alcanzó el máximo galardón en esta competencia que simula todas las fases de una misión aeroespacial real. El equipo argentino superó a universidades de Estados Unidos, Turquía, México y Polonia con un satélite en miniatura que logró transmitir datos en tiempo real, registrar video aéreo y medir variables ambientales desde 700 metros de altura.
“Logramos cumplir con el 100% de los requerimientos técnicos durante el vuelo y eso fue determinante para obtener el primer lugar”, destacó Santiago Bolzicco, estudiante de Ingeniería Industrial y líder del equipo.
Un satélite del tamaño de una lata
El prototipo, del tamaño de una lata de gaseosa, se desplegó en el aire con aspas que giraron a una velocidad de 18 km/h, simulando un descenso controlado. Durante el proceso, los estudiantes operaron una antena direccional para captar los datos transmitidos por el satélite.
“Este proyecto replica cómo funciona una misión real: no solo se trata de construir un satélite, sino de diseñarlo desde cero, evaluar riesgos, resolver fallas, trabajar en equipo y presentar resultados ante profesionales de altísimo nivel”, explicó Thomas Marthi, estudiante de Ingeniería Electrónica.
El equipo, completamente autogestionado, estuvo conformado por estudiantes de cinco carreras de ingeniería: Mecánica, Electrónica, Industrial, Informática y Bioingeniería. La iniciativa comenzó en enero como un proyecto extracurricular y fue organizada por subgrupos según áreas de especialización: estructuras, hardware, software y logística.
“Abundamos en creatividad, conocimiento y persistencia, pero sobre todo en compromiso. Cada uno dio lo mejor para llevar esto adelante”, remarcó Bolzicco.
El mejor prototipo de entre 40 universidades
El equipo ya había alcanzado el quinto puesto en 2024. En 2025, luego de superar todas las etapas previas con un 99% de cumplimiento técnico, llegó a la final con altas expectativas. Los resultados confirmaron que su prototipo no solo cumplió con las especificaciones, sino que fue el mejor evaluado por los jurados de la industria aeroespacial, incluidos ingenieros con experiencia directa en la NASA.
“Fue un honor ser evaluados por expertos que trabajaron en misiones reales. Uno no siempre tiene la posibilidad de recibir devoluciones de gente que lidera proyectos en la NASA”, subrayó Daniela Maradei. Es estudiante de Ingeniería Mecánica y responsable del diseño estructural.
Diez estudiantes conformaron el equipo: muchos de ellos son becados
Además del resultado técnico, los estudiantes destacaron el impacto formativo del proceso. Viajaron a Estados Unidos con el apoyo del ITBA, la Cancillería y contactos gestionados a través de Marca País, pero el esfuerzo fue principalmente autogestionado.
“Muchos del grupo somos becados. Sin sponsors o apoyo externo, este logro no habría sido posible. Apostamos al trabajo colaborativo y al conocimiento compartido”, sostuvo Maradei.
Entre los miembros se encontraba Agustín Martínez Haarth, estudiante de Bioingeniería oriundo de General Alvear, Mendoza, con una trayectoria destacada en olimpíadas científicas. Fue uno de los referentes técnicos del equipo.
“Esto no termina acá. Ya pensamos en nuevos proyectos y en cómo aplicar lo aprendido a desafíos futuros. Esta experiencia nos transformó como profesionales y como personas”, expresó Martínez Haarth.
El triunfo del ITBA es un hito para la institución y para la educación científica y tecnológica argentina. Demuestra así su capacidad para competir y sobresalir en uno de los sectores más exigentes del mundo. La victoria en Virginia impulsa al equipo como un referente regional en ingeniería aeroespacial. Y marca un precedente inédito para la participación latinoamericana en este tipo de certámenes.
