Secciones

Written by 1:18 pm Notas de opinión

El cerebro no tiene sexo

Por Brisa Bujakiewicz (*)

Cada 8 de marzo el mundo recuerda un fragmento de la historia. Los movimientos, las luchas, los nombres de quienes pelearon por la educación, el trabajo y distintos logros, resurgen y toman fuerza el Día de la Mujer. Aun así, el más antiguo de los prejuicios permanece en una sociedad que, sin importar el tiempo que pase, sostiene la idea de una diferencia natural.

Poullain de la Barre, uno de los precursores del Movimiento Feminista del S. XVII, propuso las bases para un programa igualitario y universal para hombres y mujeres. Según destacaba el pensador, el cerebro no tiene sexo. Pero, esta afirmación aún tiene sus dudas para muchos.

Aunque la historia está formada por distintas perspectivas, debido a que quien escribe lo hace desde su tabla de valores, las distinciones son notorias. No existe una historia universal que unifique a hombres y mujeres. La historia de las mujeres, una vez más, va en paralelo. Aún tomando conciencia del esfuerzo vivido, podríamos decir que hay un inconsciente colectivo que lleva inexorablemente a justificar la desigualdad, de naturalizarla.

El filósofo francés creía, según describió en su tratado De la igualdad de los sexos, que el trato inferior hacia la mujer no tiene fundamento natural, sino que surge debido a un prejuicio cultural. Si bien la sociedad avanzó a pasos agigantados en la integración femenina en ámbitos educativos, políticos o económicos; aún hoy en día, podemos observar cómo el mundo no se encuentra del todo convencido. Para ello, se buscan principios que muestren lo contrario dejando de lado la pieza clave del rompecabezas: No hay diferencias que permita la inferioridad del ser.

En la historia, la pieza clave se esfuma. Dos realidades se dividen y generan versiones y enseñanzas las cuales, en la mayoría de los casos, ellas pasan desapercibidas. La construcción de los hechos pasados se escribe en otro tiempo, con otro ritmo y la mayoría de las veces, con otras verdades ajenas a la ‘realidad’. Los libros o los medios de comunicación se han ocupado sistemáticamente de ofrecer una versión oficial masculina, menoscabando los méritos de las mujeres en muchas batallas que dio la humanidad. Los tiempos cambian. Nos proponemos repensarnos. Pero para muchos, aún estamos hablando de una utopía.

De la Barre daba un ejemplo clave para entender la integración y equidad. “No hace falta un gran razonamiento para darnos cuenta de que la respiración es indispensable para el cuerpo. Tanto los hombres como las mujeres son conscientes de ello ¿por qué no tendrían las mismas posibilidades?”, resaltaba el precursor del feminismo en el año 1673. En la actualidad, la pregunta continúa siendo la misma.

La educación, los cargos públicos, los trabajos en blanco, son fruto de años de lucha. Hoy, con problemáticas diferentes como la inseguridad, la violencia, la obtención de ingresos o los entornos de trabajo, la lucha permanece. La búsqueda de equidad se intensifica en un mundo donde, quizá el número de personas con pensamientos excluyentes es menor al siglo XVII, pero de igual manera, busca formar una identidad y escribir una historia inclusiva.

(*) Profesora de Educación Secundaria en Filosofía

(Visited 154 times, 1 visits today)
Close

Add to Collection

No Collections

Here you'll find all collections you've created before.