Secciones

Written by 9:14 am Notas de opinión

Proteger al más débil

Por qué es importante defender la producción de yerba mate de Misiones. La gran mayoría de los yerbateros está en la provincia. No hay otro lugar donde se produzca yerba y no hay otra forma de hacerla que en chacras de pocas hectáreas y mano de obra local. Un sencillo ejemplo de la Física explica lo que puede llegar a pasar (y que ya ocurriera en épocas pasadas).

Por Mario Pernigotti

El famoso Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que anunciara el Presidente Javier Milei incluía una obturación de las tareas del Instituto Nacional de la Yerba Mate: le terminará sacando las funciones de fijador de precios y de controles del producto para dejarle un estéril rol (casi decorativo) de “promotor del consumo”. Puede ser de mal agüero pero quizá constituya el principio del fin de una entidad que viene funcionando en Misiones y que tiene jurisdicción en todo el país desde hace varios lustros: no es la primera vez que lo intentan.

Para hacer memoria, el INYM surgió de la desesperación de los yerbateros de Misiones al ver que pasaban los años y el precio de la materia prima (hoja verde y hoja canchada o de primera industrialización) no mejoraba nunca. Siempre eran los valores más bajos.

Hay un ejemplo muy claro de esto que se extrae de la Física y se atribuye su descubrimiento al sabio inglés Isaac Newton. Es seguro que el lector lo conoce. Un grupo de pequeñas bolas de acero unidas por un cable y que cuelgan. Se da un pequeño golpe a la primera de la fila y esta traslada la fuerza recibida a la siguiente. Y de la segunda a la tercera, pasa lo mismo. Así hasta el final. Una bola recibe el impacto y lo traslada a la que le sigue. Hasta la última que es la única que puede trasladar la fuerza recibida… y se aleja del grupo. El ejemplo se repite con el juego de billar. Un tacazo a un grupo y solo se aparta la última.

Esto también se puede llevar a la vida económica y social de la yerba mate. Cada vez que había un aumento de precios desde la punta comercial de la cadena, las siguientes etapas (bolas) van trasladando la fuerza (la suba de precios) a la bola que está al lado. Sólo la última (el productor) no tendrá nada que hacer y deberá absorber el impacto… e irse para atrás. Siempre para atrás.

Y así, al no existir un mecanismo de regulación, el productor misionero siempre es la última bola.

Eso en 2001 explotó.

En Misiones se llamó El Tractorazo.

Fue una gran marcha de productores que se llegaron con sus desvencijadas máquinas agrarias hasta la capital misionera y estuvieron durante varias semanas en la plaza 9 de Julio para mostrar el mal estado de su condición.

¿Fue un piquete? Fue. Pero uno singular. “Lo que menos queremos es perjudicar al resto de la población. No queremos interrumpir ningún tránsito ni robarle el tiempo a nadie. Solo venimos a peticionar como lo dice la Constitución” dijeron los productores y se constituyeron en el único piquete que tuvo apoyo popular porque en su esencia eran todo lo opuesto a lo que venía después: piquetes manejados por ‘gerentes de la pobreza’ que poseen cientos de planes a cargo y acarrean gente como ganado para -sobre todo- perturbar la vida de los demás ciudadanos. Mientras más gente que no puede llegar a su trabajo, llevar sus enfermos al centro de salud, empresarios ir al banco hay, mejor. Mayor es el triunfo de ese ‘gerente’. La Justicia no corre ni actúa para liberar las vías porque tiene una premisa zaffaroniana de que “la protesta es constitucional y no hay que criminalizarla”. Como si transitar, trabajar o comerciar legalmente no lo fueran, ¿verdad?

De esa manifestación de protesta limpia y genuina de 2001 proviene la creación del Instituto Nacional de la Yerba Mate. Hubo que pelearla en el Congreso pero se logró en febrero de 2002.

Solo Misiones y Corrientes tienen yerbales (o sea, plantaciones de árboles de ilex paraguariensis) y sólo en estos lugares del país se cosechan (a partir del cuarto año de plantación) las hojas y ramas de yerba. Estas van a secadero en un extenso camino de elaboraciones. A ese primer secado (o quita de humedad) seguirá un proceso de molienda gruesa para derivar en un insumo de la industria llamado “yerba canchada”.

Ese producto será embolsado y guardará un tiempo en depósito (estacionado). Luego será sacado de allí y llevado a la industria que le aplicará el molinado o molienda para finalmente envasarlo en un paquete de cuarto, medio, un kilo y 2 kilos. El envase preferido de los argentinos es el de 500 gramos.

Hace 21 años, se creó el INYM. Y en ese período, con idas y vueltas, el mejoramiento de la vida de los agricultores dedicados a la yerba mejoró en forma ostensible. Evidente.

Porque en Misiones, el que produce es yerbatero con pocas hectáreas. De los 13.000 productores, 7500 tienen menos de 10 hectáreas (ha) y 4500 menos de 5 hectáreas. Fácilmente nueve de cada diez son yerbateros chicos. A esos hay que defenderlos

Aunque tengan las cooperativas que constituyen un mecanismo natural para la defensa propia, el Estado no puede dejarlos al garete.

En la noche del jueves 21 de diciembre se supo: El mismísimo jefe de la Renovación Carlos Rovira anunció en redes que Misiones no abandonará a sus productores chicos. Se va impulsar la creación del INYM pero en vez de la N de nacional llevará la M de Misionero.

Aunque Corrientes talla en estas cuestiones (una sola firma representa casi toda la producción de la provincia del Taragüí junto a una cooperativa de Liebig y alguna desgajada más) lo que se busca evitar el oligopsonio.

¿Qué es esa extraña palabra? Oligopolio es cuando hay pocos vendedores y -en libertad absoluta de mercado- venden al precio que quieren. Oligopsonio es cuando hay muy pocos compradores y los vendedores están atomizados (son muchos). Por lo tanto, los que imponen condiciones son los compradores. Y vaya que ésta es la situación para la yerba mate: muchos vendedores de materia prima que ofrecen su producto y pocos compradores que van a imponer condiciones. No solo precios, sino (y esto es tremendo) plazos muy extendidos de pago.

Si a ese modelo, se impone (se prevé que será así, indefectiblemente) la autorización para plantar las cantidades de yerba que se deseen (hoy limitada a 5 hectáreas por productor) se sabe que la bonanza actual de precios sustentables para los yerbateros chicos tenderá a caer en picada sin remedio. ¿Por qué? Porque entre otras cosas, esto ya pasó. Los misioneros ya lo vivieron: la abundancia de materia prima (o sobreoferta) hará que los precios caigan: es una ley económica.

Se llega al punto de saturación que el precio de la materia prima cae tanto que no justifica siquiera la cosecha (implica más gastos que el precio que se recibirá por el producto entregado y que se cobrará a los 30, 60 ó 90 días).

Un modelo de desregulación como el propuesto por el Ejecutivo nacional traerá ventajas ineludibles para lo grandes jugadores del mercado.

Es obvio que alguien que nunca estuvo en Misiones (y mucho menos en una chacra al estilo local) que quizá (como el diputado Iglesias no solo no toma mate sino que odia a los materos) no gusta de la infusión nacional poco le importan estas cuestiones. Son cosas del “borde”, allá donde la patria empieza y que no interesan en los grandes centros urbanos, en la city como les gusta decir, con variables en inglés y con lecturas de los archivos Excel y con emisión de bonos, con cafés servidos a la casta mientras en Misiones, el chacarero sigue mirando el cielo para ver si va a llover o va a haber sequía, si conviene disquear o no, si va a plantar alguna gramínea entre líneos para evitar la erosión o probar con eso de árboles que den sombra a los yerbales. Ellos saben lo que vale su yerba. No sirven esos discursos de productividad donde sólo cuenta la cantidad de kilos por hectárea (que es importante).

Los chicos de Misiones -que son guapos porque no le esquivan al trabajo- merecen que los protejan.

Y el Estado provincial está dispuesto a jugar unas fichas por ellos.

Bien ahí.

(*) Periodista. Técnico en Investigación Socioeconómica

(Visited 81 times, 1 visits today)
Close

Add to Collection

No Collections

Here you'll find all collections you've created before.