La invasión a Ucrania cumple este viernes su primer aniversario con el epicentro de las batallas en la región de Donetsk. La ofensiva del presidente ruso, Vladímir Putin, tenía como objetivo tomar la totalidad del Donbás y avanzar hasta Kiev, la capital de Ucrania. Desde entonces, Rusia trata de incrementar su arsenal y continúa atacando ciudades ucranianas. Tras 12 meses, más de 8 millones de ucranianos se han visto obligados a abandonar su país desde que comenzaron los bombardeos y han buscado refugio en otros países.
Por Jorge Balanda (*)
La milenaria historia del pueblo ucraniano ha sabido de tiempos difíciles. Codiciada por los más diversos imperios con décadas de sojuzgamiento, destrucción y hasta planificaciones genocidas que llevaron a millones de personas a la muerte por hambre, el Holodomor.
Su territorio, por ubicación y riquezas la hicieron “atractiva”, para vecinos y no tanto, pero donde la Rusia imperial, la soviética y la del dictador Putin llevan la delantera.
En muchos casos, el mundo asistió en silencio ante los aberrantes crímenes en distintos momentos de la historia. La hambruna artificial de los años 30 es un claro ejemplo de ello.
Hoy es diferente y no solo por la solidaridad manifiesta de occidente, el pueblo ucraniano comenzó a decir basta. Primero, por su decisión se convirtió en una democracia, donde oficialistas y opositores debaten en el parlamento, ya no más “Siberia” para los que se manifiestan, ni tampoco curiosos accidentes ni envenenamientos a detractores, esas son cosas de los vecinos.
Obviamente, mucho debieron y aún deben trabajar por su democracia, pero no tienen dudas que es el camino y con la firme mirada a integrarse a Europa, los vecinos, lejos de las prácticas democráticas, observaban con preocupación esta evolución del estado ucraniano. Obviamente que no se presentaba como un buen ejemplo para su sociedad y la alejaba del poder. Ucrania se escapaba de sus manos.
Así llego la invasión, única manera que saben expresar los dictadores, su supuesto poderío le permitiría tomar ucrania en 72 horas, van 8765 y no avanzaron, en muchos casos retrocedieron.
La razón es muy simple, los ucranianos pelean por su identidad, los invasores, por la locura de un supuesto líder. Es verdad…desde hace un año, Ucrania se ha convertido en un escenario de muerte, destrucción y devastación. La situación es dramática. La invasión rusa ha desencadenado no sólo una grave crisis humanitaria, sino también la mayor crisis actual de desplazamiento forzado del mundo.
Ya serán 365 días, miles de ucranianos dieron su vida, familias alejadas de hogares, pueblos reducidos a escombros, de todos modos Ucrania resiste, su presidente insiste cada día, Ucrania quiere la paz, Paz con dignidad e integridad territorial
Obviamente que el panorama es complejo, tan o más como cuando comenzó la invasión. En ese momento decíamos, ya sabemos cómo empezó, es muy difícil saber cómo terminará. El pueblo ucraniano, está convencido de su victoria.
Dios quiera, la humanidad encuentre a las personas capaces de encontrar el camino de la PAZ, el mundo lo necesita.
(*) Periodista y miembro de la comunidad ucraniana en Misiones
Foto destacada: Unicef
