El 2024 cerró con importantes avances para el agro misionero, posicionando a la provincia como un referente nacional en producción sostenible e innovadora. La expansión de la yerba mate orgánica, el crecimiento histórico en la producción de mandioca, el impulso a la piscicultura y la consolidación de la forestoindustria marcaron un año de logros que reflejan el esfuerzo conjunto de productores, cooperativas, técnicos y el acompañamiento estatal.

Asimismo, la diversificación productiva en cultivos como cítricos, caña de azúcar, plantas aromáticas y hortalizas fortaleció la economía rural. Además, los remates ganaderos, las capacitaciones en genética animal y los avances en el Instituto del Suelo fueron hitos que permitieron cerrar el año con una mirada optimista hacia el futuro.
Desafíos del agro misionero para el 2025
De cara al 2025, el agro misionero enfrenta desafíos que exigirán planificación, inversión y compromiso de todos los actores involucrados. El primer gran desafío será consolidar el crecimiento exportador. La yerba mate, el té y la madera continúan siendo pilares fundamentales en la economía provincial.

Para este nuevo año, será clave seguir abriendo mercados internacionales y asegurar condiciones justas para los productores, promoviendo certificaciones que respalden la calidad y sostenibilidad de los productos misioneros.
Otro reto importante es aumentar el valor agregado en la producción local. Transformar materias primas en productos elaborados dentro de la provincia no solo fortalecerá las economías regionales, sino que también generará empleo y dinamizará el mercado interno. La instalación de plantas procesadoras y centros de empaque será fundamental para este objetivo.

En el sector ganadero, el desafío radica en fortalecer los sistemas silvopastoriles. Estos modelos integran la producción animal con la conservación de los bosques, mejorando la productividad de forma sostenible. Además, será necesario ampliar los programas de mejora genética y capacitación técnica para garantizar la eficiencia de estos sistemas.
Por último, pero no menos importante, está el desafío de la adaptación al cambio climático. Las prácticas regenerativas y el uso de tecnologías avanzadas serán indispensables para proteger los suelos, conservar el agua y mantener la productividad agrícola frente a fenómenos climáticos cada vez más extremos.
Misiones tiene el potencial para seguir creciendo y demostrar que es posible equilibrar el desarrollo productivo con la sostenibilidad ambiental. El trabajo articulado entre el sector público y privado será clave para alcanzar estos objetivos en 2025.