“Abierta y de Todos” es el lema que eligieron para definir el perfil que tiene la Escuela Especial Nº 3. Con 63 alumnos que van desde un año hasta 66 años, tiene un cuerpo docente de 13 profesionales en educación especial y dos talleres.
En el barrio El Porvenir 2 de la capital provincial, funciona la Escuela Especial Nº 3. Bajo el lema “Abierta y de Todos”, ofrecen a la comunidad educación primaria e instrucción en especialidades.
Los más pequeños, en el caso de un año de edad, están en lo que se denomina Atención Primaria – Abordaje Complejo. Luego sigue Primer, Segundo y Tercer Ciclo, para completar la educación primaria.
Los talleres de Costura y Carpintería son abiertos a la comunidad, y en la práctica tienen una aceptación que se demuestra con su participación.
La directora del establecimiento Lorena Ferreyra, junto a los profesores de los talleres de Huertas Jorge Rodríguez, de Carpintería Claudio Rodríguez, de Costura Paola Kelm, y otros docentes, recibieron Roque Gervasoni, presidente del Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (IFAI); al equipo de Huertas Agroecológicas y al empresario forestal Diego Cañete.
Se hizo entrega de canteros elevados, fabricados y donados por el aserradero de Cañete en Eldorado. Están construidos para que personas con movilidad reducida puedan sembrar y tener la posibilidad de cultivar varias especies. En esta ocasión por ejemplo los alumnos pusieron en ellos plantines de lechuga, acelga y remolacha producidos en la plantinera del IFAI en San Javier.
Se recorrió el sector de huertas en tierra, donde además tienen algunas variedades de aromáticas. Con el asesoramiento del equipo que dirige Sandra Quintana se agregarán otras especies y se apuntalará la producción con nuevas técnicas de siembra, cuidados y riego.
En el sector carpintería se recorrió el taller y se ayudará a mejorar la parte de instalaciones eléctricas para que máquinas que funcionan con redes trifásicas puedan utilizarse.
La Escuela Especial Nº 3 funcionó originalmente en el predio del Sanatorio Neuro Psiquiátrico Ramón Carrillo. Luego se estableció en el Barrio El Porvenir en un espacio cedido por la iglesia San Expedito hasta que se construyó el moderno edificio que actualmente ocupa al lado del anterior.
