El Servicio de Extensión Yerbatero del INYM trabaja para acercar a productores misioneros la experiencia de uso del Maní como opción de cubierta verde en yerbales.
El maní forrajero (Arachis pintoi) es una planta nativa de América del Sur, que fija el nitrógeno, evita la erosión y el crecimiento de malezas, contribuyendo a la fertilidad del suelo.
Pablo Herrera, Ingeniero Agrónomo del INYM, explicó que anteriormente, el corte de las plantas de yerba se realizaba al ras del suelo, por lo que, al realizar un cambio de manejo y levantar la altura de corte, se propició “el crecimiento del nabo forrajero, una cubierta cuyas características permiten la colonización total del lote”.
Este proceso tiene lugar siguiendo el “ciclo natural” de la producción, ya que “todo el material que hace a la cubierta de maní forrajero, se vuelven a incorporar, generando un continuo ciclo de aporte y de aprovechamiento de nutrientes”.
Además, de acuerdo a mediciones realizadas con termómetros en las plantaciones, se logró determinar que el nabo forrajero “permite una temperatura agradable tanto para el cultivo como para los microorganismos y el sistema en general, dando como resultado el aumento de hoja verde”, manifestó Herrera.
E. SC.
