La tradicional hoja de yerba mate se reinventa en Montecarlo, de la mano de la empresa KLM. Esta firma desarrolló un innovador producto: yerba mate soluble, con todo el sabor y las propiedades naturales intactas, y disponible en una amplia gama de sabores. La propuesta responde a las nuevas tendencias de consumo saludable y también abre nuevas posibilidades para la industria alimenticia y exportadora.
Martín Álvaro, propietario de KLM, explicó que el producto se obtiene a través de un proceso industrial que parte de la hoja de yerba mate. “Se hace toda una extracción, y luego esa extracción líquida es secada en un secadero spray. Así se obtiene un producto totalmente soluble, tanto en frío como en caliente”, detalló.
A pesar del proceso técnico, Álvaro aseguró que el producto mantiene “todas sus cualidades naturales: cafeína, carbohidratos, fibra” y que “no tiene agregado absolutamente ningún conservante”.
Actualmente, la planta ubicada en Montecarlo cuenta con una capacidad productiva de entre 2.000 y 2.500 kilos por día de yerba mate soluble. Esto equivale a procesar entre 10.000 y 12.000 kilos diarios de yerba tradicional. Permite abastecer un mercado creciente y competitivo, donde los productos instantáneos, funcionales y con perfil saludable están en auge.
Los sabores disponibles abarcan una gran variedad: vainilla, guaraná, maracuyá, entre otros. Por otra parte, la línea de té negro soluble incluye combinaciones como frutos rojos, durazno y limón.
Además, la planta integra el uso de aceites esenciales cítricos, que permiten lograr mezclas como yerba con sabor a limón o naranja, todos desarrollados dentro del mismo complejo productivo. “Se arrancó desde una fruta, se obtiene un aceite esencial, y ese aceite se mezcla con la yerba. La idea es congeniar todo lo que tenemos para generar diversos productos”, afirmó Álvaro.
Con esta apuesta, KLM no solo amplía las formas de consumir yerba mate, sino que posiciona a este producto misionero dentro de las nuevas tendencias globales de nutrición, practicidad y bienestar, sin perder su esencia ni su identidad regional.
