Elabora casi mil por semana. Optimiza utilizando los desperdicios del aserrado. Se trata de Santino Bonetti. Su producción ademas de Misiones llega a Corrientes y Entre Ríos.
El misionero siempre se destacó por su creatividad para hacer negocios y crecer. Este es el caso de Santino Bonetti, un joven posadeño de 20 años que desde muy pequeño le apasionaba ser emprendedor y siguiendo ese sueño, realizó distintas actividades.
Tuvo sus primeras oportunidades cuando era adolescente. En ese entonces, hizo tablas para asado con una pila de madera que estaba en el patio de su casa. Con la venta de totalidad pudo generar sus primeros ingresos. Ese fue el puntapié para incursionar en la carpintería.
Utilizando las herramientas de la empresa familiar, fabricaba distintos muebles de todo tipo y medida. Así, un día su abuelo le propuso que hiciera fratachos, ya que él se los compraría. De esa forma, Santino comenzó un recorrido a prueba y error, que lo llevaría a expandir su producción e inclusive, buscar nuevos horizontes.
El fratacho es una herramienta manual tradicional, utilizada por los albañiles para aplicar el revoque fino sobre las paredes de una casa, ya sean internas o externas.
Hoy en día, vende en Misiones, Corrientes y Entre Ríos. Comenzó con un producto, pero apunta a realizar varios más, siempre teniendo como norte el aprovechamiento de los residuos del aserrado. Además, genera fuentes de empleo y su producción se encuentra prácticamente automatizada.
“Para los mangos se utiliza madera que se quema o se regala. Entonces, hacemos un saneo y aprovechamos esa madera”, explicó en diálogo con Canal 12 Bonetti, Y enfatizó: “cuando empecé, realizaba 40 docenas de mangos por semana. Hoy produzco 1600 cada 15 horas”
Ser emprendedor significa que hay que estar dispuesto a aprender, correr riesgos y enfrentar desafíos. Pero con el entusiasmo y la creatividad, tal como lo hizo Santino, salir adelante es posible.
