La biotecnología y la aplicación de biocontroladores revoluciona la producción agroalimentaria. Biofabrica y el Centro Hortícola de San Vicente lograron una fruta óptima y a gran escala.
Por Romina Kujarchuk
Los tomates logrados en el Centro Hortícola de San Vicente ya están en el mercado: sobresalen sus características en cuanto a nutrición, calidad genética y sustentabilidad. Para cumplir los objetivos de escalar la producción de tomates en condiciones controladas y sustentables, los técnicos del Ministerio del Agro y de Biofábrica Misiones utilizaron plantines híbridos con características particulares y un bioinsumo innovador: los biocontroladores.
Se trata de lograr un cultivo exitoso, para lo que se eligieron semillas de tomate redondo Elpida, un híbrido con rusticidad, alto rendimiento que presenta beneficios en su manejo. Biofábrica fue la encargada de hacer y multiplicar los plantines y de allí fueron a los invernaderos instalados especialmente para esta fruta en el Centro de Producción y Validación de Tecnologías Hortícolas de San Vicente.
En todo el proceso se utilizaron diferentes bioinsumos incluidos en el manejo integrado de plagas. Los productos usados son: el trichoderma (producido en Biofábrica), bioinsect, biofert, GTG y Biomo de Agrosustentable.
Finalmente una innovación: los polinizadores, usados por primera vez en Misiones. El protagonista fue sin dudas el BOMBUS, un abejorro encargado de polinizar de manera natural los tomates, por lo que no se usaron hormonas. El ingeniero agrónomo, Eduardo Auras, explicó que tampoco se pueden usar “abejas, que son polinizadoras naturales, por la luz en los invernaderos; por eso se eligió el Bombus para este cultivo”.
Además el director de Horticultura de la provincia recordó que el cultivo está planificado en “invernaderos con estructuras especiales que permiten las condiciones necesarias tanto en invierno como en verano”.
Modelo a replicar en las chacras
Auras también explicó que se evaluaron los insectos que atacan al tomate y en función a eso, se eligieron los controladores de plagas, en este caso se implementarán los Tupiocoris, con autorización del Ministerio de Ecología.
De esta manera, con biotecnología desde la semilla hasta el fruto terminado, el Centro Hortícola, replicará el sistema en las chacras de unos 40 productores de la zona para multiplicar la producción a partir del mes de febrero. En el transcurso se cosechan alrededor de 300 cajones de tomate por semana y cada invernadero se convierte en el aula de productores, estudiantes e investigadores que observan todo el proceso donde se han validado las tecnologías usadas para este cultivo.
Con este plan, la provincia busca abastecer la demanda local de tomate, pero no cualquier tomate, sino el más saludable de la región.
