En la provincia son cada vez más los productores que apuestan por un trabajo más natural y libre de agroquímicos. A partir de ello transitan una etapa de construcción de nuevos ecosistemas para ofrecer las condiciones óptimas de cultivo.
La agroecología en Misiones a través de sus trabajadores, chacareros, agrónomos y técnicos genera nuevos paradigmas en las chacras. Paradigmas que van de la mano con las prácticas amigables con el ambiente y que prescinden de la utilización de productos agroquímicos. Ese es el camino por el cual los productores avanzan, por ejemplo, en el cultivo y desarrollo de yerbales orgánicos.
Este tipo de chacras, se definen como orgánicas a partir de la utilización de bioinsumos de síntesis natural certificados, a diferencia de la implementación de fertilizantes o insecticidas mayoritariamente químicos. Esto genera diferencias en distintos aspectos, desde lo ambiental, hasta lo económico.
Matías Bazila, Jefe de Extensión del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), dialogó con canal12misiones.com al respecto y trazó un panorama sobre el nuevo fenómeno cultural. “El aspecto orgánico tiene que ver con el sistema de suelos, plantas, ambientes y la parte humana. Se trabaja mucho con lo que es tratar de reutilizar los subproductos de cultivo, ser más eficientes en el uso de los recursos que brinda la chacra. Los abonos, el cuidado de los animales y todo el ecosistema en sí”, indicó.
También hizo mención a ciertos objetivos que tienen los trabajadores de las chacras. “Lo que siempre se busca es una resiliencia y que los ingresos del productor sean lo menos afectados posibles. Eso tarda un tiempo hasta que se busca el equilibrio del sistema”, precisó.
Además se refirió a los buenos dividendos económicos que representa utilizar estos métodos. “En cuanto a costos con respecto al sistema tradicional, hay muchas diferencias a favor. Muchos productores tienen un costo menor, porque utilizan para limpiezas de yerbales, ovejas por ejemplo. Eso da un mantenimiento e incluso lo utilizan como carne, lo significa una disminución en costo a favor de lo orgánico”, afirmó.
Generar ecosistemas amigables
Uno de los factores importantes que acompaña a la producción de yerbales orgánicos tiene que ver con las condiciones de la biodiversidad. Si bien en la provincia están generadas las posibilidades de que esto suceda, las complejidades aparecen por el estado de los suelos, quizás dañados en parte por la utilización en su momento, de agroquímicos.
“En general hay variaciones en cuanto a producción, pero es dependiente del manejo de los productores y las condiciones de suelo iniciadas con el cultivo orgánico. Por ello se busca que el ecosistema esté equilibrado y eso lleva un tiempo”, precisó Matías Bazila.
También agregó cómo la forma antigua impactó en el ambiente. “Estamos con muchos yerbales en los que se hizo un uso desmedido de fertilizantes e insecticidas lo cual hizo mella, entonces volver a recuperar parte de la diversidad y que sea amigable lleva su tiempo”, indicó.
Certificación de chacras
Muchos grupos de productores, a través de las prácticas agroecológicas, buscan la certificación de sus yerbales orgánicos. Esto lleva su tiempo. “Para eso hay un lapso de 3 años para llegar a la certificación y luego se renueva anualmente. En la actualidad los productores certifican por su cuenta o lo hacen a través de sus secaderos. En ese sentido hay que pensar que la cadena tiene que estar certificada más allá del producto en sí, eso da la seguridad del producto que uno consume”, expresó.
Foto destacada: Lautaro Barrientos.
