Las gladiadoras vencieron por penales a Deportivo Cali. Laurina Oliveros, arquera del conjunto argentino, atajó 2 de los 3 penales que le patearon. Palmeiras y América de Cali definen al segundo finalista.
Por Santiago Sanabria
La historia del fútbol femenino en el mundo no se deja de escribir y Boca forma parte en este plano. Se hablará de mística porque, claro, fue por penales, como en aquellos encuentros decisivos en la Era de Carlos Bianchi. Esta vez, no fue Oscar Córdoba, no fue el “Pato Abondanzieri, no fue Agustín Rossi (si lo traemos más acá en el tiempo) esta vez, la gran heroína auriazul es Laurina Oliveros.
El partido comenzó con las chances más claras para el conjunto colombiano que después de fallar algunas oportunidades, llegó al 1 -0 a los 42 minutos con un verdadero golazo de tiro libre de Carabali.
¿El complemento? No apto para cardíacos. Boca salió a buscar el empate, dejando algunos huecos en la zona defensiva pero con las colombianas sin terminar de dañar. A los 15 minutos, Estefanía Palomar (quién había ingresado hacía instantes) puso el 1 a 1 que trajo el alivio al cuerpo técnico comandado por el misionero Jorge Martínez.
Poco más pasó hasta la llegada de los penales y ahí salió a relucir la tranquilidad y templanza Xeneize. Laurina Oliveros le tapó los penales a Arias y Guerra, mientras que Espíndola, Sachs y Palomar los cambiaron por gol. La historia la siguen escribiendo estas pibas.
Boca jugará la final de la Copa Libertadores de América Femenina ante Palmeiras o América de Cali, que deberán jugar mañana desde las 19.
