Vive en El Soberbio y comenzó con la actividad desde muy pequeña. Compite en la categoría pre-junior y quienes la conocen manifestaron que tiene un gran futuro en la actividad.
Florencia Dombroski tiene 8 años y comenzó a sentir pasión por las motos gracias a su padre, un ex piloto. En la actualidad es la única niña que compite en la categoría pre-junior en el Campeonato Misionero de Motocross (CaMiM), organizado y fiscalizado por la Asociación Civil Pilotos de Enduro, Motocross, Motorally y Velocross.
“A los cinco años me subí por primera vez a una moto. Decidí comenzar este deporte por mi papá, veía que tenía su moto en casa y sentí la necesidad de correr”, contó Florencia.
El campeonato de motocross se corre por distintas localidades de la provincia. Es un evento donde las familias se unen para disfrutar de jornadas a puro motor. “En mi primera carrera sentí mucha felicidad, compartí un momento muy especial con todos mis amigos”, expresó.
La importancia de la familia
Para la pequeña motociclista, el apoyo de su familia es indispensable a la hora de competir. “Mi papá siempre me aconseja que dé lo mejor de mí y que acelere. Este año ya corrí en cuatro carreras”, manifestó. En la misma línea agregó que su máximo sueño es, “subirme al podio en alguna carrera, voy por buen camino y creo que lo podré lograr”, dijo.
El campeonato misionero disputó su segunda jornada en Puerto Esperanza. Las categorías habilitadas fueron: Veloterra 110cc, 200cc y 250cc, Nacional 200cc y 250cc, MX Principiante, Promocional y Open Class, Pre Juniors hasta 11 años, Juniors hasta 14 años, Master A y B (desde 45 Años), Damas, Cuatriciclos A, B y Mini, 2 Tiempos hasta 150cc y Veloterra Internacional.
Para finalizar, brindó detalles de los requisitos que debe tener a la hora de competir, “se necesita todo un equipo acorde, como guantes, pechera, campera, botas y lo más importante es el casco”.
