Después de un mes de idas y vueltas, la novela del mercado de pases llega a su fin. Maximiliano Salas se despidió este martes de sus compañeros en Racing, retiró sus pertenencias del vestuario y avisó que ejecutará su cláusula de rescisión. De este modo, River desembolsará 9.200.000 dólares y el delantero de 27 años cumplirá su deseo de vestir la banda roja sobre el pecho blanco.
Salas no salió por la puerta principal al retirarse del entrenamiento. Lo hizo por un acceso secundario para evitar a los medios de prensa. Este miércoles, se haría la revisión médica y se sumaría al River Camp para comenzar una nueva etapa en su carrera.
La situación generó tensiones y malestar en Racing que se queda sin una de sus principales figuras para preparar los octavos de final de la Copa Libertadores y el torneo argentino.
Según trascendió, el jugador correntino le había dado su palabra al técnico Gustavo Costas para continuar defendiendo la camiseta de la Academia. Además, había aceptado firmar una actualización de su contrato, que incluía la duplicación de su salario y la actualización de la cláusula de salida. Sin embargo, frenó la firma de los papeles tras ser tentado por el DT de River, Marcelo Gallardo.
De esa manera, ante la negativa de la dirigencia de Racing de negociar al jugador, el presidente millonario Jorge Brito aceleró para quedarse con el delantero mediante la ejecución de la cláusula.
Cabe recordar que que los clubes argentinos no suelen ejecutar entre ellos las cláusulas de rescisión para evitar conflictos. Por ello, para Diego Milito no deja de ser un cimbronazo que River se haya llevado a uno de sus mejores valores. En especial, por la relación que lo une con Jorge Brito. Cerca del presidente de Racing dicen que su par de River le aseguró que no ejecutarían el mecanismo de rescisión. En Núñez lo desmienten.
