La ultramaratonista eldoradense completó los 246 kilómetros entre Atenas y Esparta. Fue su cuarta participación consecutiva en el Spartathlon.
La ultramaratonista Sandra Rolón tuvo una destacada participación en el Spartatlhón de Grecia. En su cuarta participación completó los 246 kilómetros entre Atenas y Esparta en 35h48m21s. Con esta marca, se posicionó como la mejor argentina de la clasificación general.
La experimentada atleta forma parte de la Selección Argentina de ultradistancia y a fin de año será parte del Mundial de la disciplina. Una vez más participó de la extrema carrera griega que unió las ciudades de Atenas y Esparta. Rolón logró cumplir su objetivo y pudo escalar en el ranking.
Tras finalizar la competencia, con alegría y satisfacción la misionera se expresó en sus redes. “Qué más decir, pasamos por tanto antes de llegar Grecia, incertidumbre, temor y muchos motivos. Aún no caigo, llevo lo que vinimos a buscar esa 4ta medalla, para ello hemos entrenado, sacrificado muchas cosas. Gracias a todos por el apoyo”, manifestó Sandra, luego de participar de una de las competencias más exigentes del mundo.
En la legión Argentina, finalizó en el puesto 47°, mientras que la ganadora fue la estadounidense Camille Jacquelyn Herron, el podio completaron las finlandesas Noora Honkala y Satu Lipiainen.
La carrera griega
Los corredores deben pasar por los 75 puestos de control en el camino y cada uno tiene un horario de cierre. Además, los atletas fuera del corte pueden ser retirados de la carrera, aunque la tardanza en la primera mitad de la carrera es generalmente tolerada. Esta tolerancia comienza a desaparecer después del atardecer. En el último tercio de la carrera los organizadores pueden retirar a los corredores que están fuera del límite de tiempo o que presentan una fatiga extrema.
La meta es la estatua de Leónidas, el rey espartano que pereció en las Termópilas durante la Segunda Guerra Médica. Los deportistas que terminaron la carrera reciben una rama de laurel y agua entregadas por jóvenes mujeres estudiantes ataviadas con el quitón de la Grecia Antigua, también son honrados con el himno nacional.
