La tenista que en pocos días cumplirá 41 años rugió anoche venciendo a la número 2 del ranking mundial en el Grand Slam de su país natal, tras el cual anunció que se retiraría del deporte.
No existen palabras que estén a la altura de explicar lo que genera Serena Williams con una raqueta en mano. Somos contemporáneos a la Messi del tenis. Sin lugar a dudas está escribiendo con todo su esmero y fuerzas restantes estos últimos capítulos de su vida como tenista profesional.
858 victorias y van
Supliendo las limitaciones atléticas que acarrea su edad y ejerciendo un dominio psicológico ante una rival mucho menos experta como la estonia Anett Kontaveit (26 años), Serena sumó una agónica victoria, la número 858 en su carrera. Esta vez, por 7-6 (7-4), 2-6 y 6-2, en 2h27m, para avanzar a la 3a ronda, donde la esperará la australiana Ajla Tomljanovic (46°).
Soy Serena
“Todavía queda un poco de fuego en el interior de este cuerpo. Ya veremos para qué más…”, soltó Serena en la entrevista al pie del cemento neoyorquino. En ese mismo escenario que la coronó seis veces (la primera, en 1999, cuando sólo tenía 17 años). Cuando le preguntaron si estaba sorprendida por su actuación deportiva, se limitó a contestar: Soy Serena. Porque puede.
La tenista nacida en Michigan, EE.UU. tiene más que la mayor cantidad de trofeos de Grand Slam en su hogar: tiene el empuje de haber marcado para siempre la historia del tenis femenino. Su potencia de golpe, fuerza física y sobre todo mental es la que la llevó a la excelencia.
Hizo lo que tenía que hacer. Notó que perdía las pelotas largas, que no llegaba y que la joven Kontaveit estaba sacando provecho a ello en el segundo set. Muchos temíamos que la carrera de Williams terminaba en ese segundo set (en el que perdió 6-2) cuando notamos que ya no corría las pelotas: sabía que no podría alcanzar la victoria si continuaba cayendo en la dinámica de juego que le proponía su rival.
No se estaba rindiendo, estaba ahorrando energía. El no correr las pelotas era parte de su estrategia, ya que sabía que empezaría el tercer tiempo con su potente saque, que le permitiría disponer de la última palabra. Quebrando dos saques consecutivos de la estonia, empezamos a notar la frustración en el rostro de la joven tenista, y si nosotros pudimos verlo, Serena también. Así el partido terminó con ese tercer set 6-2, donde realizó con audacia un despliegue de potencia y pura calidad en su golpe.
Mañana, 2 de septiembre, la leona del tenis jugará su próxima ronda contra Ajla Tomljanovic y en base a ese resultado, veremos si seguirá postergando su inminente retiro.
N.M
