El relato de una mujer golpeada y obligada a comer basura. Fernanda encontró ayuda y hoy estudia Comunicación Política.
Fernanda es de Posadas, tiene 32 años, y fue violada, obligada a comer basura, azotada hasta sangrar y aislada del mundo por su ex pareja y padre de su hijo. Tras pedir ayuda en reiteradas ocasiones y ser ignorada, encontró ayuda en uno de los espacios brindados por el municipio. Hoy tiene trabajo y estudia Comunicación Política, da su testimonio y proyecta su futuro, ahora más prometedor.
La ONU destaca que la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos en el mundo. Se producen muchos casos cada día en todos los rincones del planeta. Este tipo de violencia tiene graves consecuencias físicas, económicas y psicológicas sobre las mujeres y las niñas, tanto a corto como a largo plazo, al impedirles participar plenamente y en pie de igualdad en la sociedad.
El de Fernanda no es un caso aislado, aunque no por eso es menos desgarrador. Juntó coraje y se atrevió a compartir su historia, a través de un papel escrito a puño y letra.
A los 17 años se fue de su hogar materno, donde era víctima de violencia familiar. Se fue enamorada, con esperanzas de una vida mejor y su salvador… que tiempo después empezó a maltratarla psicológica y físicamente. En sus palabras: “La persona que creí que me iba a sacar de un hogar donde pasé maltratos, se convirtió en mi captor. No solo me alejó del mundo, sino también de mí misma.”
Fernanda era llevada hasta un arroyo para lavar la ropa, obligada a comer de pilas de basura. Una de sus numerosas violaciones resultó en el embarazo de su hijo. En una oportunidad, por interponerse entre su ex pareja y su hijo, fue azotada con una “guacha” -de las que se usan con caballos- hasta dejar su espalda totalmente abierta, sangrando. Sobre eso, narra: “grité mucho, pedí ayuda, pero nadie vino.” Finalmente pudo ir a lo de su madre, por lo que no solo le quitaron su casa porque su agresor la denunció por abandono de hogar, sino que sin contentarse por ello, se aproximó a la zona de la casa de su madre durante 6 meses vigilando y acechandola. El daño que todo esto causó en Fernanda es incalculable, y teme por su vida cada vez que lo cruza por lo que expresó: “Hasta el día de hoy lo veo en el colectivo y tiemblo.”
Buscó ayuda y la encontró. Tiempo después de haber hecho la denuncia y haberse trasladado con su madre, acudió a una entidad de Equidad de Género. Sobre esta experiencia, Fernanda comenta: “me miraron y me escucharon como a una víctima, como a una mujer pidiendo ayuda. Y me ayudaron. Hoy tengo la oportunidad de recuperar mi vida, gracias a un grupo de personas que me dieron la mano amiga que nunca tuve.”
Actualmente Fernanda tiene un empleo estable parte del Programa Incorporar, está estudiando Comunicación Política y grabó el primer episodio del podcast “Retazos” producido y dirigido por la la concejala Maria Eva Jiménez para compartir su experiencia y hacer resonar su voz para que llegue a cada rincón del mundo, y por qué no, hacer llegar el mensaje a otras mujeres en su situación de que existe una solución. A nivel nacional existe el Programa Acompañar, que se trata de un subsidio para víctimas de violencia de género por un período de 6 meses. En Posadas, tras meses de trabajo el pasado febrero se creó el Programa Incorporar, que busca generar situaciones de empleabilidad registrada a estas mujeres. En estos casos el trabajo se convierte en una alternativa de crecimiento y proyección a largo plazo. A través de este programa, la concejal Maria Eva Jiménez comentó a Canal Doce: “pudimos convocar e incorporar a 7 mujeres al ejecutivo municipal que están trabajando en diferentes espacios, 2 de ellas con nosotros, además de la Oficina de Empleo y demás espacios del ejecutivo municipal… ”. Cabe destacar que el Programa Incorporar tiene un trabajo articulado junto al Hogar de Día, donde las mujeres pueden dejar a sus hijos mientras se desempeñan laboralmente con tranquilidad.
N.M
