La productora de General Alvear, Agustina Navarro, resaltó la entrega de la Certificación Orgánica Participativa a emprendimientos familiares. La iniciativa agrega valor a una variedad de cultivos y productos.
Cuando comenzaron a trabajar la chacra, hace once años, se encontraron con un modelo productivo tradicional. Se animaron a cambiar hacia métodos más amigables con el ambiente y hoy cuentan con chacras agroecológicas y productos orgánicos certificados en General Alvear. “La iniciativa surge junto a varios compañeros y ante la convicción de saber que necesitamos un futuro productivo diferente”, contó a Canal 12 la productora Agustina Navarro, integrante de un grupo de seis familias.
“Lo que hicimos fue reconvertir la chacra a un modelo productivo sustentable y amigable con el medio ambiente” contó la productora. Luego de años de trabajo, el grupo al que pertenece obtuvo la Certificación Orgánica Participativa, a través de la Secretaría de Agricultura Familiar.
Con productores de la zona, con quienes compartían la mirada sustentable y el modelo productivo se agruparon para ingresar al programa. Fueron adaptando algunas prácticas en base a las normas del modelo agroecológico. “El manejo de la vegetación, del suelo, se busca recuperar la microbiología y la salud el suelo, para también poder restaurar la diversidad del ecosistema”, explicó Navarro.
A partir de ciertas normas cada productor fue adaptando sus manejos, según su producción. “La mayoría de los integrantes del grupo se dedica a la yerba, algunos incorporaron la producción de té artesanal”, detalló.
La grupalidad fortalece la producción agroecológica
En el proceso de conformación del grupo, además de adquirir una identidad, los productores se fueron capacitando lo que “nos fortalece para adentro y fuera de la chacra” sostuvo Agustina Navarro.
Y explicó que cada mes recorren las chacras y abordan las problemáticas y necesidades que tiene cada productor de forma conjunta. De esta forma siguen un plan anual de desarrollo para ir reconvirtiéndose. “Si bien hace muchos años estamos trabajando por chacras agroecológicas, la trasnformación real es un proceso que lleva tiempo. Y además hay una transformación social que es necesaria, de mentalidad, de conciencia y de relación económica”, dijo la productora.
Recuperar antiguas prácticas
“No inventamos nuevas formas de producción, sino que recuperamos antiguas que antes se hacían bien. Además volvimos a construir un sentido de comunidad, lo que representa un desafío, como la certificación es participativa no se certifican chacras individuales”, sostuvo Navarro. El grupo del que forma parte la productora está compuesto de por seis familias.
El proceso de certificación de chacra ecológica arrancó en el 2018. “Al principio fue difícil establecer una dinámica y concretar el encuentro, pero fuimos muy bien acompañados por los técnicos, abocados a la agroecología dentro de la Secretaría y el Ministerio del Agro, y así se fue potenciando el proceso”, contó Navarro.
La productora de Alvear remarcó además, que en la transición hacia la agroecología “los inconvenientes que se nos fueron presentando se transformaron en recursos”. Y agregó que uno fue el tema de los insumos, porque el modelo productivo convencional “instaló la dependencia de insumos agroquímicos. Ahora estamos revirtiendo esto, incorporando insumos orgánicos”.
La agroecología como valor agregado
La producción agroecológica representa un valor agregado. “Significa diversificar la chacra. Ahora tenemos frutas, verduras y animales. Apostamos a la venta directa y local, la agroecología tambén promueve el desarrollo y el abastecimiento local. Tratamos de promover precios justos para toda la cadena”, dijo la productora.
Y explicó que “aunque todavía con la yerba no podemos separar nuestra producción de la convencional, ya que los secaderos procesan toda la materia prima junta. Estamos tratando de crear una asociación de productores de yerba agroecológica y lograr un procesamiento diferenciado y seguro”.
Principios elementales de la producción agroecológica
La producción agroecológica promovida en la provincia, apunta a producir alimentos sanos y frescos en huertas, lo que permite el abastecimiento local y brindan beneficios a los productores y consumidores. Contribuye al cuidado del ambiente y a mejorar los hábitos cotidianos que cuidan la salud.
- Mantenimiento del suelo cubierto para su conservación y la del agua mediante prácticas de laboreo mínimo, cobertura vegetal seca, cultivos de cubierta verdes de invierno y de verano y curvas de nivel
- Suministro regular de materia orgánica mediante el uso de compostaje, estercoleros, cenizas, lombricompuestos y biofertilizantes
- Reciclaje de nutrientes mediante rotaciones de cultivos, asociaciones de plantas, cultivos en franjas, agroforestería y cultivos intercalados basados en leguminosas
- Prevención y control natural de plagas y enfermedades mediante el uso de biopreparados, tramperos, plantas repelentes y atrayentes, así como la diversificación, introducción y conservación de los enemigos naturales
- Uso múltiple y sustentable del paisaje y la biodiversidad
- Producción sostenida de cultivos, sin el uso de insumos químicos
- Producción, selección y conservación de materiales genéticos locales de semillas, plantines y animales
