Adolfo Safrán valoró el destacado movimiento comercial en la provincia y el impacto de los visitantes paraguayos y brasileños. Destacó el aporte de los programas Ahora para contrarrestar las diferencias cambiarias. Resaltó la generación de empleo en el sector. Condenó las propuestas económicas de Milei y Bullrich.
El ministro de Hacienda Adolfo Safrán analizó el impacto que tendría en la economía misionera la dolarización que impulsa el candidato a presidente Javier Milei y el bimonetarismo que propone Patricia Bullrich. En ese sentido, remarcó que en la actualidad, gracias a la presencia de compradores paraguayos y brasileños, el comercio provincial atraviesa un crecimiento sostenido que se refleja en la generación de empleo. Además, aseguró en sus redes sociales que desde la apertura de las fronteras tras la pandemia, “el comercio vende muy bien gracias a que contamos con una moneda que es muy competitiva con respecto a los países vecinos“.
Safrán dijo que “la economía de frontera es cíclica” y recordó que también existieron otras etapas totalmente inversas, “en donde el comercio paraguayo florecía por la presencia de los compradores argentinos“. En contrapartida, durante los años 2016 y 2017, “los locales en Posadas estaban vacíos, los comercios cerrados, y todo los días se formaba una interminable hilera de autos misioneros yendo a comprar a Paraguay“, reiteró el funcionario. Esta modalidad convivía con los tours de compras “que también venían desde otras provincias para gastar en ese país”.
El valor de los programas Ahora
Asimismo, el titular de cartera económica valoró la implementación de los programas Ahora y afirmó que “fueron creados como una respuesta al desbalance fronterizo que teníamos en Misiones“. Al respecto, el contador aseguró que su re reflexión está destinada los comerciantes misioneros “que trabajan intensamente, generan empleo y buscan seguir progresando“. Al mismo tiempo, enfatizó que con la dolarización de la economía que planea Milei o con las propuestas de Bullrich “el puente se dará vuelta“.
Entre los motivos, el ministro argumentó que con la dolarización, los precios argentinos quedarán en dólares mientras que los precios de Brasil y Paraguay seguirán regulados por su moneda. De esta manera, “con las devaluaciones propias que estas divisas tienen, les permitirá ser más baratos que los productos argentinos“. Mientras que “nosotros en Argentina no tendremos esta posibilidad de devaluar para ser más competitivos“.
Propuestas económicas inviables para el país
En otro tramo de su análisis, Safrán explicó que con un eventual gobierno de Bullrich se repetirá el modelo de los años 2016 y 2017, buscarán generar el ingreso de dólares financieros a través de un dólar estable con tasas de interés altas. “Con lo cual el dólar se mantiene barato y ahí pasaremos nosotros a ser caros frente a Brasil y Paraguay“, afirmó el ministro.
En ese contexto, “a pesar de que estaremos volviéndonos caros por el tipo de cambio, igual vendrán a decirnos que no vendemos porque no somos competitivos y que que el costo argentino es alto”, aseguró el contador. Así, desde Nación sugerirían “bajar el costo laboral e impositivo y desregular mercados“. A partir de allí, comenzarían a aparecen parches que no resolverán el problema de fondo, “mientras veremos como cada mes cierran más comercios y se pierden puestos de trabajo, en especial en las ciudades de frontera”, lamentó el funcionario.
El futuro en juego
Por otra parte, Safrán recordó que se trata de una historia “que se puede repetir y que los argentinos ya padecimos en el pasado“. En ese sentido, mencionó que esta situación económica se vivió en 2016 y 2017, “y más profundamente entre 1998 y 2002, cuando Brasil devaluó su moneda y nos dejó fuera de mercado”. Además se refirió al uno a uno del peso con el dólar, “es el ejemplo de lo que puede ocurrir con la dolarización“, remarcó.
Al respecto, el ministro insistió que esos años “en Argentina no podíamos producir, el turismo extranjero se redujo porque éramos caros para ellos, las ciudades de frontera mostraban locales comerciales vacíos y cerrados; el ITC era una respuesta a esta crisis pero no la resolvía”. Además, enfatizó que “vivíamos en la paradoja de contar con una supuesta moneda fuerte en una economía débil“.
Por estos motivos, reflexionó Safrán, lo que está en juego en las próximas elecciones “no es sólo un presidente, se elige el futuro de nuestros comercios y del trabajo misionero“.
