Guardianes del planeta desde las aulas
El 5 de junio, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, estudiantes de séptimo grado de la Escuela Nº 1 de Posadas participaron de un emotivo acto en el que prometieron cuidar el planeta. Esta ceremonia simbólica, que se replica año tras año en distintas escuelas de Misiones, representa mucho más que un compromiso escolar: es una invitación a actuar con responsabilidad desde la infancia.
Durante el acto, los chicos reflexionaron sobre la importancia de proteger los recursos naturales y compartieron prácticas cotidianas que llevan adelante para reducir su impacto ambiental. Guiados por sus docentes, aprendieron el significado de la regla de las tres R: reducir, reutilizar y reciclar. A través de juegos, proyectos escolares y tareas en casa, lograron poner en práctica estos conceptos con ingenio y compromiso.
“Nosotros siempre tenemos que cuidar el medio ambiente y reciclar, reutilizar y ver qué se tira y qué podemos ocupar de vuelta para las maquetas”, explicó uno de los estudiantes, destacando cómo los materiales descartables pueden tener una nueva vida útil en actividades escolares. Esta mirada no solo promueve la conciencia ecológica, sino que también incentiva la creatividad y el trabajo en equipo.
Creatividad y compromiso en acción
Los testimonios de los alumnos muestran cómo pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia. Una de las prácticas más destacadas es la reutilización de botellas plásticas, que se transforman en macetas o plantines tanto en la escuela como en los hogares. “Las botellas, más que nada, ocupo para hacer plantines. Acá y en casa se utilizan cartón, plástico, y eso también ayuda a reducir y minimizar toda la basura”, contó con entusiasmo otro de los chicos.
La educación ambiental se fortalece a través de la integración de contenidos en materias como Tecnología y Ciencias Naturales. Así lo expresa una alumna al recordar una de las actividades que más le impactó: “Estuvimos estudiando con mi maestra de tecnología la regla de las tres R, que significa reutilizar, reducir y reciclar. En el día a día, por ejemplo, podemos traer los botes de pintura que ya no nos sirven y los usamos como tambor en música. Es una forma de reutilizar y reciclar”.
Este tipo de prácticas no solo estimula el aprendizaje interdisciplinario, sino que genera un cambio de hábitos sostenido en el tiempo. Para muchos de los chicos, cuidar el medio ambiente también significa proteger los océanos, el aire y la biodiversidad. “Para mí, es no dañar los mares, porque ahí se produce varias cosas”, expresó una estudiante con conciencia sobre los impactos de la contaminación en los ecosistemas.
Un futuro con conciencia ecológica
El compromiso de los estudiantes de séptimo grado es un ejemplo esperanzador para toda la comunidad. A través de sus voces, se refleja una generación que entiende la urgencia del cambio y que asume el rol de “guardianes del planeta” con orgullo. Las acciones que realizan, aunque pequeñas, son pasos firmes hacia un mundo más sustentable.
En un contexto donde los desafíos ambientales son cada vez más complejos, resulta fundamental que desde las escuelas se fomente una mirada crítica y activa sobre el entorno. La ceremonia de promesa ambiental se convierte, así, en un hito anual que impulsa valores fundamentales como el respeto por la naturaleza, la solidaridad y la responsabilidad.
Con creatividad, conciencia y ganas de aprender, los chicos de la Escuela Nº 1 de Posadas nos recuerdan que el futuro del planeta también se construye desde el aula, con cada botella reutilizada, cada cartón reciclado y cada acto cotidiano de cuidado.
