Alumnos del Instituto Nuestra Señora de Fátima realizan talleres de robótica donde se involucran de manera activa en su formación. Gracias a este modelo de enseñanza, estudiantes avanzados acompañan los primeros pasos del nivel inicial y primario.
El modelo de educación disruptiva avanza a lo largo y ancho de la provincia, no sólo a través de sus contenidos sino también con un nuevo paradigma de enseñanza. En la localidad de Gobernador Roca, el Instituto Nuestra Señora de Fátima lleva a cabo talleres de robótica en los que los estudiantes más avanzados asisten a quienes recién empiezan.
En diálogo con Canal 12, el alumno Martín Villanueva mostró su proyecto y explicó las bases de su construcción. Con el último año ya iniciado, explicó que su nueva función es la de acompañar a los más pequeños que comienzan su camino. Con la Copa Robótica a la vista, el desafío es mostrar lo que incorporaron a través del certamen.
Andrés Acosta, profesor de robótica, es el guía del taller y declaró que el objetivo de estos espacios es “generar en esta nueva educación disruptiva, que los chicos aprendan sobre electrónica aplicada en la robótica”. Asimismo, indicó que buscan “que cada vez más chicos se sumen y conozcan sobre las nuevas tecnologías”.
El docente explicó cómo se involucran las diferentes disciplinas para su desarrollo integral. “La parte electrónica se extiende a todos los componentes que podemos observar en la composición del auto, lo que debemos aprender es cómo utilizarlos y conectarlos” conceptualizó. Y agregó: “una vez que sepamos todo eso, utilizamos la robótica para tener el control sobre ellos”.
La Copa Robótica, un desafío que capta el interés de los jóvenes
A partir de ese proceso, se pueden implementar aplicaciones de dispositivos móviles para competir en las diferentes instancias de la Copa Robótica para la que se están preparando. Sobre el interés de los jóvenes, admitió que está siendo “muy bueno” y se refleja en la cantidad de chicos que asisten.
Agustín Guerrero, un estudiante de 5to año comentó cómo funciona el sistema de los talleres. “Comenzamos de cero con el box maker, nuestra expectativa era participar en la Copa Robótica y por suerte el objetivo se pudo cumplir” destacó con orgullo. “Hoy en día, nuestra expectativa es otra y queremos lograr que los chicos de otros cursos se involucren”, relató.
Guerrero, al igual que Villanueva, puso en relevancia la necesidad de que una vez finalizado sus estudios, haya más estudiantes que “continúen nuestro legado”. La llegada del Box Maker fue fundamental para que puedan diseñar los prototipos que luego se materializaron a través de las impresoras 3D. “Yo quiero estudiar ingeniería electromecánica, así que ya salgo con una base de acá”, contó sobre su futuro.
Martín Villanueva, por su parte, expresó: “mi objetivo es seguir con la carrera de ingeniería mecatrónica en la Facultad de Oberá”. En la misma línea que su compañero, indicó que se siente listo para su nueva etapa de formación: “la verdad que voy un poco más preparado, tengo una base sólida de electrónica y programación”.
