Edmond Jahir Quintero Barba tiene 29 años y es oriundo de la provincia de Herrera, Panamá, eligió la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) como destino académico para avanzar en su formación científica. Graduado en Química por la Universidad Autónoma de Chiriquí, arribó a Posadas para cursar la fase presencial de la Maestría en Tecnología de los Alimentos (MTA), un posgrado que comenzó en modalidad virtual en septiembre de 2024.
Su investigación lleva por título «Polvo soluble de extractos concentrados de yerba mate a partir de la generación de una espuma con secado por ventana refractiva». Está dirigida por la doctora Marcela Brousse y codirigida por la magíster Nancy Cruz, ambas docentes investigadoras de la UNaM.

El trabajo busca optimizar la estabilidad de espumas elaboradas a partir de yerba mate, mediante el uso de aditivos y tecnologías de secado innovadoras, con el fin de desarrollar un producto instantáneo y de alto valor agregado.
El objetivo de adaptar lo aprendido en Misiones a su país
“Elegí la yerba mate porque es una planta con historia, cultura y propiedades funcionales. Aunque no se cultiva en Panamá, el conocimiento que adquiera aquí puedo adaptarlo a otras especies de mi país”, explicó Edmond Barba, quien resultó seleccionado entre mil postulantes del Programa BEC, una convocatoria internacional financiada por el Banco Centroamericano de Integración Económica y gestionada por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación de Argentina.

La MTA es una de las 29 propuestas de posgrado disponibles en la convocatoria del BEC. Y Edmond forma parte del grupo de estudiantes centroamericanos que llegaron a distintas universidades públicas argentinas para especializarse en áreas estratégicas. “Argentina tiene una trayectoria reconocida en ciencia y tecnología, por eso estoy muy contento de tener esta oportunidad de estudiar en la UNaM”, remarcó.
El potencial de la UNaM como espacio de formación científica
La investigación se encuentra en su fase experimental inicial, con el diseño de 17 mezclas diferentes de extractos espumados. Se utilizan aditivos como pectina, Liga Neutra y Emustab; y se aplica un método de secado por ventana refractiva para preservar las propiedades del producto. Cada mezcla se analiza en función de su densidad y estabilidad, que se mide mediante un embudo de Büchner: cuanto menos líquido drena, más estable resulta la espuma.
Para la doctora Brousse, este tipo de proyectos “refleja el potencial de la UNaM como espacio de formación científica con impacto regional e internacional”. Y añade: “Trabajamos con la yerba mate no solo como materia prima tradicional, sino como vector de innovación tecnológica. La mirada que Edmond trae desde otra realidad productiva enriquece el enfoque del laboratorio”.

Quintero Barba permanecerá en Misiones hasta fines de 2026, como lo establece su beca. En ese período completará el desarrollo del producto, las pruebas piloto y la tesis final. Además de dedicarse a la investigación, planea iniciar su camino en la docencia superior. “Aspiro a incorporarme a la universidad pública en Panamá. Con este título de especialidad podré aplicar y compartir lo aprendido. Ese es mi objetivo: aportar al desarrollo de mi país con ciencia latinoamericana”, afirmó.
A pesar de la distancia, el panameño asegura sentirse “profundamente motivado” por la posibilidad de avanzar en un campo científico que une tradición, innovación y cooperación internacional como lo es la Universidad Nacional de Misiones.