Las autoridades iraníes realizaron una serie de arrestos y ejecuciones tras el reciente conflicto con Israel. Alegaron que personas vinculadas al Mossad participaron en asesinatos de figuras clave como altos mandos de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) y científicos nucleares. Según el Ministerio de Inteligencia, estas acciones responden a una infiltración “sin precedentes” en los servicios de seguridad y forman parte de una “batalla implacable” contra redes como la CIA, el MI6 y la inteligencia israelí.
Durante los doce días de guerra, fueron ejecutadas seis personas acusadas de espiar para Israel. La agencia Fars informó que más de 700 sospechosos fueron detenidos en el país por supuestos vínculos con redes de espionaje. La televisión estatal difundió confesiones de varios detenidos, quienes habrían admitido colaborar con servicios de inteligencia extranjeros. Grupos de derechos humanos cuestionaron estas medidas, alertando sobre confesiones forzadas y juicios sin garantías. También advirtieron que podrían producirse más ejecuciones.

El gobierno de Irán arresta a familiares de periodistas como mecanismo de presión
En paralelo, ciudadanos iraníes afirmaron haber recibido mensajes de advertencia del Ministerio de Inteligencia por su participación en redes sociales vinculadas a Israel. Las autoridades exigieron abandonar dichas páginas bajo amenaza de enfrentar procesos judiciales. Además, se denunció una intensificación de la presión sobre periodistas de medios en persa con sede en el extranjero, como BBC Persa, Irán International y Manoto TV. Según Irán International, los CGRI detuvieron a familiares de una de sus presentadoras para presionarla a renunciar a su trabajo.

Reporteros y familiares de periodistas relataron que agentes iraníes justificaron estas detenciones como acciones propias de un contexto de guerra. Algunos comunicadores fueron acusados de “mohareb”, término que en la legislación iraní se traduce como “el que libra una guerra contra Dios” y puede implicar la pena de muerte. Manoto TV informó de amenazas similares contra el entorno familiar de sus empleados, con cargos potenciales de espionaje o enemistad contra Dios.
Se ordenaron múltiples detenciones
Las detenciones se extendieron a decenas de activistas, escritores y artistas, muchos sin cargos formales. También hubo arrestos de familiares de víctimas de las protestas de 2022, lo que sugiere una ofensiva más amplia contra quienes participaron en movimientos anteriores como “Mujer, Vida, Libertad”. Durante el conflicto, el gobierno restringió el acceso a internet, limitación que continuó incluso tras el alto el fuego. Además, redes sociales y portales informativos siguen bloqueados, con acceso disponible únicamente mediante VPN.
De acuerdo a la BBC, observadores y defensores de derechos humanos compararon la situación actual con la represión de la década de 1980. Señalaron paralelismos con los sucesos de 1988, cuando miles de presos políticos fueron ejecutados tras juicios sumarios a cargo de las “comisiones de la muerte”. Las víctimas, en su mayoría enterradas en fosas comunes, muestran un patrón que algunos analistas consideran resurgente en el contexto posterior al conflicto con Israel.