Las lluvias torrenciales dejaron 44 muertos y decenas de desaparecidos durante el fin de semana último. Los socorristas siguen trabajando en tareas de rescate en San Pablo, tras los derrumbes.
La catástrofe comenzó luego de que cayeran más de 680 milímetros de lluvia en San Sebastián, una playa a 200 kilómetros de San Pablo. Se trató de la mayor acumulación de lluvia de manera ininterrumpida en la historia de Brasil, según precisaron desde el Estado.
El Gobierno señaló que “los trabajos de búsqueda y salvamento siguen de manera interrumpida en la región“. Los deslizamientos de tierra causados por las precipitaciones crearon ríos de lodo, piedras y árboles que arrasaron con precarias casas construidas en las laderas.
También informaron que ya son más de 2000 personas desalojadas, y otras 766 sin hogar en todo el estado de San Pablo. En un hospital de la zona atendieron a 23 personas (incluyendo cinco niños), y seis de ellas siguen en grave estado.
En el centro de San Sebastián las autoridades organizaron un velorio colectivo en una carpa para las víctimas del temporal.
El presidente Lula da Silva sobrevoló ayer la zona que sufrió el desastre y apuntó contra el urbanismo improvisado en Brasil, donde 9,5 millones de personas viven en áreas de riesgo por deslizamiento o inundación, según cifras oficiales.
Por el momento, hay rutas que siguen bloqueadas por los deslaves yalgunos turistas fueron evacuados en barco, mientras continuaba un tráfico intenso de helicópteros que iban y volvían de las zonas más afectadas.
Fuente de Informacion: Ámbito
